Trece reduce drásticamente su capital para compensar más de 60 M de pérdidas
La Conferencia Episcopal ha destinado ingentes cantidades de dinero a lograr la sostenibilidad económica de Trece, su televisión de TDT en abierto. Nueve años después de comenzar emisiones su rentabilidad sigue siendo una quimera, tal y como demuestran las pérdidas superiores a los 91 millones de euros acumuladas desde su creación en 2010.
Una parte de esta cantidad deficitaria ya fue compensada en 2015 mediante una reducción de capital y la aplicación de la prima de emisión de la compañía. Fueron concretamente 30 millones de euros, casi un tercio del retroceso contabilizado durante la última década y que se ha ido agravando en este tiempo.
Y es que aunque el ejercicio 2018 se saldó cediendo 7,6 millones de euros, esta cifra mejora notablemente los resultados de los años anteriores. Aunque sólo sea porque entre 2011 y 2017 las pérdidas económicas anuales de Trece no bajaron de los 11 millones de euros.
Para tratar de enderezar este desequilibrio patrimonial, que ha llevado la televisión a entrar en causa de disolución más de una ocasión, los Obispos han recurrido a un procedimiento similar al de 2015. Según la información remitida por la sociedad, en la Junta General de Accionistas del pasado 28 de junio se acordó por unanimidad una nueva reducción de capital con el objetivo de sanear su balance histórico.
Los números rojos de la cadena quedaron disminuidos a 733,80 euros
Esta drástica medida surge tras aflorar 61,6 millones de euros en la cuenta de «resultados negativos de ejercicios anteriores». Se ha hecho en dos fases. En primer lugar, se procedió a compensar 33,62 millones de euros mediante la aplicación de la totalidad de la prima de emisión.
Por otro lado, el documento señala que «con la finalidad de restablecer el equilibrio entre capital social y patrimonio neto de la compañía disminuido por pérdidas, se decide reducir el capital social de la compañía en la cantidad de veintiocho millones doce mil setecientos treinta y dos euros con veinte céntimos» (28 M). Tras suscribir esta reducción, el capital social de Trece queda fijado en 3,4 millones de euros.
Esta operación se realizó mediante la reducción del valor nominal de cada una de las acciones de la sociedad, que han pasado de 30 a 3,3 euros, cuando hace cuatro años era de 100 euros. Una pérdida que han acusado los accionistas en su participación debido a que por la finalidad de la misma no se contemplaba reembolso ninguno. Así y todo, los números rojos de la cadena quedaron disminuidos a 733,80 euros.
A pesar de los innumerables esfuerzos realizados, el grupo de comunicación considera que la senda del último año evidencia un cambio de tendencia positiva en las variables más relevantes. «Esta buena evolución es fruto de una política sostenida de reducción de costes y de un incremento de la cifra de negocio del 3%», afirmaba Trece tras la celebración de su última junta.
De hecho sus responsables avalan la estrategia de saneamiento de los últimos ejercicios y el modelo de gestión aplicado, aunque por ello se haya tenido que recurrir a sucesivas inyecciones de capital y a consumir la línea de crédito de 20 millones de euros que mantiene Trece con su máximo accionista, la Conferencia Episcopal. Esta es dueña del 98% del capital tras la última ampliación