Un tribunal australiano mantiene que los medios locales son responsables de los comentarios que se vierten en sus páginas de Facebook

| 3 JUNIO 2020 | ACTUALIZADO: 4 JUNIO 2020 9:08

Los editores de Australia se enfrentan a un escenario complejo. Si la moderación de los comentarios que reciben en sus webs requiere reflexión para encontrar equilibrio entre ofrecer espacio de opinión a la audiencia y garantizar el civismo con los recursos imprescindibles, a ese quebradero de cabeza se une el mismo ejercicio en sus páginas de Facebook, tal y como cuenta The Guardian. La Corte de Apelación de Nueva Gales del Sur acaba de rechazar la petición de varios medios contra el fallo de la Corte Suprema del mismo estado que hace unos meses les declaraba responsables de cualquier intervención de un usuario bajo las noticias que coloca en la mayor plataforma social del mundo.

El origen de esta jurisprudencia está en el caso de Dylan Voller, un joven indígena detenido y maltratado en 2016, que demandó a varios medios por los comentarios vertidos en sus páginas de Facebook en torno a la cobertura de su caso. En concreto fueron 10 las intervenciones que llevaron este caso a los tribunales, sobre las que el demandante denunció falsedad y difamación.

Esta decisión delimita un escenario complicado para los medios. La posibilidad de ser denunciados por intervenciones punibles en entornos de terceros puede cambiar la forma de operar de algunos editores no solo en esa red social, sino en otras que funcionen de forma similar, ante la situación de no poder dedicar recursos suficientes a garantizar que todos los comentarios sean correctos.

News Corp, Nine y Sky lanzaron un comunicado conjunto en respuesta a esta decisión en el que muestran su desacuerdo, ya que “no reconoce que es Facebook quien controla su plataforma, tampoco que no ofrece la posibilidad a los medios de deshabilitar los comentarios”. Esto último añade otro factor esencial en esta situación, ya que efectivamente ningún medio puede protegerse de posibles acciones legales impidiendo los comentarios de usuarios, y de hecho estos son hoy el elemento clave para que la plataforma determine el alcance de una publicación.

Este fallo coincide en el tiempo con el debate abierto por Trump con su orden ejecutiva contra el blindaje legal de las plataformas sociales. Según la Sección 230 de la CDA, estos servicios no son responsables legalmente de lo que los usuarios vierten en ellas, y en todo caso se les supone buena fe al eliminar aquello que pueda ser punible cuando se les notifica. Esa normativa protege igualmente a los medios y aplica de la misma forma sobre los comentarios de sus webs.