El sector del lobby reconoce tener dificultades para reclutar perfiles adecuados

| 15 NOVIEMBRE 2022 | ACTUALIZADO: 16 NOVIEMBRE 2022 10:55

La profesionalización de los Asuntos Púbicos es cada vez más patente, aunque el ritmo de avances esté siendo notablemente más lento de lo que desearía el sector. La semana pasada, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de ley para obligar a todos los lobbies a nivel nacional a inscribirse en un Registro central y notificar las reuniones que mantienen con cargos de la Administración Pública. El sector cruza ahora los dedos para que la normativa se apruebe antes de que termine la legislatura. En todo caso, la superación de este trámite, ha sido un significativo hito en transparencia aplaudido por el sector, que ha estado todo un decenio demandando esta regulación.

El camino hacia la profesionalización presenta, además del regulatorio, otro destacado obstáculo: el de la falta de formación. Expertos congregados ayer en un evento celebrado por la Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales (APRI) coincidieron en que echan en falta más centros académicos que impartan esta materia y, consecuentemente, tienen dificultades para reclutar perfiles adecuados. Aseguran que hay una creciente demanda de profesionales que no logran cubrir.

El Government Affairs Head de AstraZeneca, Carlos Parry, criticó que “en España no hay oferta académica en universidades y hay una necesidad creciente” y reconoce que la última vez que intentó contratar a un perfil para el departamento que lidera, el proceso duró varios meses.

Parry indicó que, como alternativa, algunas compañías han optado por incluir perfiles de marketing o venta “muy agresivos”, cuyo estilo no ha beneficiado la mejora de la reputación de la profesión. En España, a diferencia de Bélgica –concretamente en Bruselas– o Estados Unidos, la oferta académica es escasa, según Marc Francés, managing director en Sarah Marlex. Por otro lado, la profesora de Public Affairs en la UOC, Eulalia Tort, considera que el hecho de que en España aún no exista una carrera universitaria indica una “pobreza todavía de la profesión”. Y el presidente de Auren, Javier Cantera, dijo que le preocupa que en las escuelas de negocio donde estudian futuros o actuales directores generales “no se hable de estos temas”.

El perfil profesional

Otro de los factores que dificulta el proceso de reclutamiento de talento en Asuntos Públicos es, según los especialistas, la enorme particularidad del rol que deben desempeñar, difícilmente reemplazable por otras disciplinas puras. Tort recordó las primeras conceptualizaciones académicas del lobby, que se remontan a la década de los 80 y que señala que un profesional de este campo debe poseer un conocimiento equilibrado de Derecho, Comunicación, Política, Economía y Diplomacia. El presidente en Padula & Partners, Euprepio Padula, considera que “es un perfil muy complejo, que requiere características y conocimientos que la mayoría de profesionales no tiene”.

Los expertos de las Relaciones Institucionales apuntaron como requisitos que debe cumplir un profesional en este ámbito “visión estratégica”, “orientación a negocio”, “empatía”, “visión holística” o “ética”. “Lo que no somos son agendas de teléfonos con patas. Este trabajo no se debe medir por el número de contactos que tengas”, defendió el representante de AstraZeneca.

Los especialistas también coincidieron en que su campo profesional sigue arrastrando estigmas. Padula lamenta que “sólo se hable de lobby en medios de comunicación cuando hay escándalos, cuando se aprueba un medicamento fraudulento o una polémica sobre hipotecas”, aunque reconoce que las empresas poseen parte de responsabilidad al no saber comunicar adecuadamente lo que deben transmitir. La académica de la UOC piensa que la vía más óptima para eliminar estigmas «pasa por sentar a más personas a las mesas de diálogo”.

Sin acuerdo sobre la denominación del campo

Un punto en el que las posturas de estos profesionales difieren es en el término que debe asignarse a esta disciplina. El presidente de Auren afirma que la palabra lobby “tiene una imagen bastante negativa, por lo que buscaría otro término que no fuera anglicismo”. El director de gestión de talento en Asuntos Públicos de Political Intelligenge, Pablo Gutiérrez-Jodrá, comentó que “después de serias discusiones” optaron por denominar al profesional en este campo Chief Policy Officer. El presidente de Padula & Partners considera que le parece “un error tremendo buscar un término concreto” y que “no hay función más complicada de catalogar”; y el portavoz de AstraZeneca, indicó que “España está muy lejos de esa necesidad de buscar un término, porque estamos construyendo la función”.