Pablo Colonnese: Menos oficio y más cerebro…

| 30 OCTUBRE 2015

Cuando te piden hacer un articulo sobre algo y no sabes qué poner es un momento como para empezar a hacerse preguntas. ¿Por qué no sabes qué poner Pablo? Me pregunto.

Y tal vez es porque he trabajado tanto tratando de hacer publicidad que más o menos sea interesante, en modificar los discursos para que sean innovadores y decir nuevas verdades que tengan que ver con los productos que vendemos que terminé olvidándome del resto que rodea a la publicidad en general.

De vez en cuando leo artículos o notas que hablan de algún profesional muy bueno de marketing, de algún manager de alguna compañía y me digo, mira cuántas palabras nuevas que no he visto o no he leído o no he aprendido, y me digo a mismo cuanto mejor luciría yo mismo como creativo o profesional si adaptara esta palabras a mi vocabulario.

Y me avergüenzo de estar tan enfrascado en solo mejorar las maneras de decir las cosas o de encontrar cosas creativas distintas que me sorprendan. Sin fórmulas preconcebidas solo con frescura, sin oficio, sí por favor! porque si algo no me enorgullece es el oficio porque es chato aburrido no es creativo. A veces lo logro y a veces no, y ahí sin más debo tirar de oficio.

Nos faltaría reinventar el departamento de I+D pero no para inventar un nuevo dispositivo ni un aplicación ni una nueva tecnología, sino para hacer mejor lo que hicimos toda la vida y a veces se nos olvida por culpa del oficio que trata de hacer siempre las cosas como hace habitualmente.

Es irónico pero a veces me pregunto por qué no habrá un departamento de I+D pero para innovar y escribir mejor un texto con un mejor copy realmente innovador o para escribir mejor concepto que realmente sea de avanzada pero del que me gusta a mí de avanzada de pensamiento. Parece que pensáramos siempre lo mismo.

Por eso les sugiero a la gente que trabaja conmigo siempre ver lo importante antes que nada, lo primero es organizar los pensamientos, encontrar al enemigo, y no dejarse llevar por el ruido de los muebles que chirrían en la noche porque eso no significa una amenaza, es solo eso ruido en la oscuridad que nos hace perder el foco.

Te soy sincero, muchas veces caigo en la tentación de hacer algo de oficio que se que a un cliente le va a gustar que a mis superiores también y listo, y después sale al aire y también gusta más o menos. Algo simpático. Y lo hago. Pero siempre me dejo un hueco para dejarme llevar, porque me conozco.

Déjense llevar por lo que les gusta más, que por lo que necesiten, tomen decisiones de tripas de vez en cuando en la vida. Porque si no un día se van a levantar diciendo esto ya no me gusta más. Y cada día que pase se van a estar alejando cada vez de lo que quieren hacer, y un día no habrá vuelta atrás y ya estarán muy lejos. Cuidado con los ad-blockers, que no llegue el día en el que nos bloqueen la puerta de la agencia y no nos dejen hacer más publicidad.

Volvamos a hacer las cosas que nos importan en la vida, ser coherentes, si queremos buenas ideas, pidamos buenas ideas, pero démosle el tiempo de gestarse a las buenas ideas, el tiempo que estas ideas necesitan para nacer y luego juzguémoslas con honestidad.

Vuelve a lo que te importa. Si agarraste otro camino, vuelve para atrás o en la próxima curva, agarra al atajo que te devuelva a lo importante, a la que fue bueno, a lo que te sirvió.

Y si nunca tuviste nada que haya VALIDO la pena ya no pierdas el tiempo en algo que no tiene sentido que no te hace feliz porque después se nota.

Volvamos al camino de las ideas, ese que te lleva a la levantarte y decir que lindo lo que hice y lo quiero hacer otra y otra y otra vez.