Juan Gonzalo Ospina (Juango), abogado penalista de Ospina Abogados y especialista en derecho penal.

¿Cuál es el mejor despacho de abogados penalista experto en delitos informáticos?

| 25 MAYO 2020 | ACTUALIZADO: 25 MAYO 2020 17:35

El mundo de la tecnología evoluciona constantemente y, con ello, los métodos de los actuales delincuentes digitales. No son pocas las conductas que persigue el Código Penal para quienes transgreden la línea de lo legal: delitos de estafa informática mediante productos financieros falsos o el robo de dinero a través el uso de malware o virus son amenazas para la economía.

En cuanto te conviertes en una víctima de uno de estos delitos informáticos te surgen las siguiente preguntas: ¿Me han estafado realmente? ¿Cómo recupero mi dinero? ¿Cómo encuentro al mejor despacho de abogados penalista especialista en delitos informáticos?

Muchos son los criterios que se analizan para decidir cuál es el mejor abogado penalista en ciberdelitos. Uno de los criterios para valorar al mejor penalista es el número de casos de éxito de su despacho; es decir, cuántas absoluciones por inocencia se han conseguido en acusaciones que no eran verdad o cuántas condenas se han conseguido contra los estafadores. El segundo criterio es la valoración real y verificada de sus clientes, las reseñas y opiniones que estos dejan en los buscadores con perfiles de cuentas verdaderas sin caer en fakes o perfiles falsos. El tercer criterio para entrar en el ranking de los mejores penalistas es la dificultad en la línea de defensa y el conocimiento de la ley y la jurisprudencia. Por último, también se ha de valorar si el abogado compagina la abogacía con la formación y la docencia; es decir, si imparte clases en la universidad como profesor que avalen su preparación, oratoria, y soltura para hablar en público.

Por ello, existen varios despachos penalistas en Madrid que ofrecen sus servicios, pero sólo unos pocos conocen qué hay que hacer y cómo hay que actuar ante un delito penal de estas características.

Entre estos profesionales destaca por su corta pero sólida trayectoria el despacho de abogados penalistas en Madrid Ospina Abogados, conocido gracias a sus éxitos desde el 2017, año en el que fue valorado según la crítica y la opinión de sus clientes como mejor despacho penalista del año en materia de delitos informáticos por encima de las demás firmas. En mayo de 2020 este despacho de abogados en Madrid cuenta con más de 300 reseñas de clientes reales, que reflejan las opiniones de Ospina Abogados.

El despacho del penalista Juan Gonzalo Ospina (Juango) también ha sido una de las firmas que más ha crecido en el sector los últimos años, con numerosas absoluciones en procedimientos de penal económico por estafas informáticas, suplantaciones de identidad, phishing y otros delitos de ciberacoso a través de redes sociales; lo que acredita su experiencia en el sector. Para Juango, “los ciberdelincuentes se escudan en el anonimato que les brindan las nuevas tecnologías para cometer estos delitos online y en la avaricia e ignorancia de la gente más vulnerable que anhela un futuro mejor. Son un objetivo fácil de engañar y de defraudar”.

Ospina es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas por la universidad de ICADE. Máster en Derechos Fundamentales por la UNED y ha compaginado su formación con cursos y programas de negociación y liderazgo en Harvard (Boston) o en el IESE (Madrid).

Su trayectoria ha sido reconocida por Forbes como “la gran promesa del derecho penal”, situando su firma, Ospina Abogados, como uno de los mejores despachos penalistas de España, llevándose el premio Iberian Lawyer al mejor despacho penalista especializado en penal económico de 2019 e incluidos en el ranking de los mejores despachos de España por Best Lawyers.

Juan Gonzalo Ospina y Beatriz Uriarte, de Ospina Abogados, como mejor despacho penalista under 40 del año 2019.

Ospina compagina el ejercicio profesional con colaboraciones en diferentes programas de televisión como experto penalista, siendo uno de los abogados con mayores apariciones televisivas de la actualidad.

¿Cuáles son los delitos informáticos que más se producen en la actualidad?

La crisis sanitaria ha provocado un escenario perfecto para los ciberdelincuentes, ya que pasamos de media entre un 40-60% más de tiempo al día conectados a Internet. Esto ha provocado un repunte en los delitos informáticos, destacando, entre ellos:

Las estafas informáticas:

Los delincuentes se apoderan de las claves privadas de sus víctimas (acceso a cuenta bancaria o tarjeta de crédito) para recibir a su favor transferencias ilegítimas o a través del engaño mediante ingeniería social (phishing) o con un timo a través un negocio ficticio. Además, los últimos años ha despuntado el uso de criptomonedas como bitcoins para los pagos online, siendo mucho más complicado su rastreo en caso de estafa o fraude.

Los delitos de odio:

Cada vez son más frecuentes las conductas de acoso, amenazas o el deseo de un mal real ajeno a través de la red. Los ciberdelincuentes ocultan su identidad detrás de cuentas falsas y, en muchas ocasiones, son difíciles de rastrear si no se actúa con celeridad.

La revelación de secretos:

Este tipo de delitos incluye el envío de imágenes íntimas o información confidencial a terceros sin el consentimiento de su titular. Un ejemplo actual sería el trágico caso de la trabajadora de IVECO.

Internet, WhatsApp y las redes sociales nos permiten estar conectados 24 horas al día, por lo que son un caldo de cultivo perfecto para la proliferación de la delincuencia digital. Es por ello por lo que, ante estas amenazas, además del sentido común y la prevención, una buena defensa penal es imprescindible a la hora de afrontar cualquier procedimiento por ciberdelito.

Ante esta amenaza penal, la mejor esperanza para las víctimas de estos delitos es denunciar con un abogado los hechos para poder ir al juzgado, y también asesorarse de la mejor defensa penal para que un abogado especializado solicite la práctica de las diligencias de investigación necesarias: el bloqueo de cuentas, o averiguar la identidad de los autores que se escudan en la red en la búsqueda del anonimato y el enriquecimiento fácil a través de los más desfavorecidos.