Documentos internos de Facebook describen el efecto pernicioso de Instagram sobre las chicas jóvenes

| 15 SEPTIEMBRE 2021 | ACTUALIZADO: 16 SEPTIEMBRE 2021 8:43

Facebook ha estado estudiando desde al menos 2019 el impacto de Instagram en los adolescentes y repetidamente ha concluido que resulta dañino para un porcentaje notable de ellos. Sobre todo en el caso de las jóvenes, que en muchas ocasiones se sienten mal por su aspecto físico al compararlo con lo que ven en la plataforma y afrontan posibles consecuencias para su salud física y mental. Todo ello figura en la documentación interna a la que ha tenido acceso The Wall Street Journal.

Una presentación de 2020 extraída de esos archivos apunta que “el 32% de las adolescentes dicen que, cuando se sienten mal sobre sus cuerpos, Instagram las hace sentir aún peor”. Esa dinámica comparativa que promueve la red social puede tener efectos serios sobre cómo las chicas jóvenes se ven y se describen a sí mismas, según indica ese mismo documento.

Un año antes otra exposición interna ya aseguraba que “hacemos peores los problemas sobre el cuerpo de una de cada tres adolescentes” y que algunas chicas consideraban que Instagram aumentaba sus niveles de ansiedad y depresión. Esa respuesta era “espontánea” y “consistente a lo largo de todos los grupos”. Y otra presentación vinculaba directamente a Instagram con el 13% de las jóvenes que habían pensado en suicidarse en Reino Unido y con el 6% de las que habían barajado lo mismo en EEUU.

Los resultados de los estudios de la compañía desmienten sus propias valoraciones en público sobre el escaso impacto en su público más valioso.

Una de las claves que explica el problema es que el propio diseño de producto de Instagram resulta perjudicial para las adolescentes, según se dice en la documentación. La comparación con lo que se ve está mucho más acentuada que en aplicaciones rivales como TikTok o Snapchat, entre otras cosas por la tendencia a publicar imágenes muy cuidadas de uno mismo y/o en entornos idealizados.

Facebook quita en todo caso importancia al efecto que pueda tener Instagram sobre sus usuarios más jóvenes. En marzo Mark Zuckerberg testificó ante un subcomité del Congreso de EEUU y declaró que “el uso de aplicaciones para conectar con otras personas puede tener beneficios para la salud mental”. En agosto dos senadoras le requirieron que publicara sus estudios internos sobre ese tema, en el contexto del lanzamiento de una versión de Instagram para menores de 13 años, y respondió sin adjuntar ninguno porque esas investigaciones son confidenciales.

Por esas fechas Adam Moseri, responsable de Instagram, indicó a periodistas que los resultados de estudios que había visto le llevaban a pensar que el impacto sobre el bienestar de los jóvenes era realmente bajo. Los menores de 23 años suponían más del 40% del total y hasta 22 millones de adolescentes entraban diariamente en la aplicación en la fecha en la que se realizó una de las presentaciones citadas.