Elon Musk retira su oferta para comprar Twitter y la compañía anuncia acciones legales

Un documento registrado ante la Comisión de Bolsa y Mercados de EEUU (SEC) ha culminado semanas de rumores sobre si Elon Musk había perdido interés en adquirir Twitter, o al menos en hacerlo al precio que había puesto sobre la mesa en su única oferta. El magnate tecnológico ha decidido cancelar la operación porque considera que la compañía ha incumplido varias de las condiciones fijadas en el acuerdo, sobre todo en lo relativo al número de bots que acoge. La respuesta de la junta directiva de Twitter ha sido anunciar acciones legales para forzar que la compra se lleve a cabo, y en los términos establecidos en primera instancia.

El contexto de la situación apunta a que el hombre más rico del planeta podría haber considerado demasiado elevada su proposición de 54,20 dólares por acción, 44.000 millones en total, por una empresa que actualmente tiene una valoración en bolsa que apenas supera los 28.000. Según diversos analistas, la eventual mayor prevalencia de cuentas automatizadas en el servicio respecto a lo que Twitter viene apuntando tradicionalmente en sus resultados sería una excusa para intentar rebajar ese precio o salirse del compromiso adquirido. Todo ello en un escenario de descenso generalizado del valor de compañías tecnológicas a lo largo de este año.

El hombre más rico del mundo considera que la plataforma ha incumplido condiciones del acuerdo y todo apunta a que un juez tendrá que determinar si es así.

La plataforma sostiene que el porcentaje de bots está por debajo del 5% respecto al total de cuentas que mantiene, pero Musk cree que podría incluso rondar el 15-20%. Eso supondría que hay menos usuarios monetizables mediante publicidad y por tanto las perspectivas económicas de la compañía son peores a corto plazo, con lo que el precio sería demasiado elevado.

Pero en principio ahora tendrá que ser un juez el que evalúe la validez de ese razonamiento y determine el futuro de Twitter. La empresa sostiene que sus cifras son las más cercanas a la realidad e incluso ofreció a Musk acceso directo a todo el flujo de tuits diarios para que pudiera realizar su propia evaluación. El acuerdo de compraventa incluye una penalización de 1.000 millones de dólares para cualquiera de las dos partes si cancela la operación, pero establece igualmente que tiene que haber causa justificada para ello en la medida ese desarrollo de los acontecimientos sería muy negativo para el valor de Twitter en bolsa.

Y eso es precisamente lo que está ocurriendo. En apenas un año la plataforma ha pasado de valer 73 dólares por acción a situarse en 36 y es posible que caiga por debajo de los 30 en próximos días por la desconfianza que pueda causar la retirada de su comprador. La consecuencia es la devaluación de la inversión de sus accionistas y posibles ramificaciones legales que aún están por ver.