TikTok

TikTok reconoce internamente que es perjudicial para los jóvenes y calcula en 260 vídeos la creación de un hábito

| 16 OCTUBRE 2024 | ACTUALIZADO: 17 OCTUBRE 2024 8:27

A principios de octubre más de una docena de estados de EEUU interpusieron demandas contra TikTok, alegando que estaba diseñada deliberadamente para mantener a los usuarios más jóvenes enganchados y como consecuencia contribuye a una crisis generalizada de salud mental en ese segmento.

La plataforma lo ha negado públicamente pero en uno de esos procesos han aflorado comunicaciones internas que lo asumen por primera vez.

Según avanza NPR, eso es lo que puede leerse en documentación incluida en la causa elevada por el fiscal general de Kentucky. La radio pública de ese estado publicó recientemente hasta unas 30 páginas que habían sido mantenidas en secreto y en ellas personal de TikTok hablaba abiertamente de los riesgos de la plataforma para menores.

Ese material incluye resúmenes de estudios internos y muestra debates sobre medidas paliativas de control de consumo a las que se les atribuye una eficacia reducida.

A pesar de reconocer esas externalidades negativas, la compañía ha mantenido las características problemáticas de la aplicación y las ha potenciado.

En principio, los párrafos que reconocen esos problemas estaban oscurecidos por acuerdos de confidencialidad de las autoridades con la plataforma, pero ese procedimiento se realizó de manera defectuosa en el caso de la Oficinal del Fiscal General de Kentucky.

Y de hecho tras la publicación por parte de la radio pública ese organismo elevó una moción de emergencia para que la información protegida «no se difundiera incorrectamente».

En esa documentación queda reflejado que TikTok estima en 260 vídeos el consumo necesario para que alguien convierta en un hábito la experiencia que ofrece.

Y los investigadores consideran que después de esa cifra es probable que un usuario «se vuelva adicto en menos de 35 minutos», teniendo en cuenta que la extensión de los vídeos de la plataforma puede arrancar en torno a los ocho segundos.

Además, la compañía reconoce que el diseño de su aplicación enfocado a mantener enganchados a los jóvenes conlleva una necesidad constante de abrirla.

Y uno de sus estudios internos concluye que «el uso compulsivo se correlaciona con una serie de efectos negativos para la salud mental», entre los que cita el aumento de la ansiedad o la pérdida de empatía.

Del mismo modo en otros documentos internos TikTok señala que el consumo excesivo interfiere con el descanso adecuado o la conexión con seres queridos, y también asume que puede generar burbujas de contenidos negativos para los más jóvenes.

Entre ellos, los que promueven trastornos alimentarios o suicidio, todo ello en apenas «30 minutos de uso en una sola sesión».

La documentación aflorada en el contexto de la demanda colectiva presentada por más de una docena de estados de EEUU incluye esas revelaciones.

En otra parte clave de la documentación la compañía reconoce que sería posible incluir más moderadores, pero eso «requiere grandes esfuerzos humanos». Esa reflexión interna va en línea con los recientes despidos masivos en ese área para delegar mayor carga de trabajo en procesos habilitados por inteligencia artificial..

Esa tecnología es el primer filtro antes de que alguna persona revise el contenido, pero en lo publicado TikTok admite que su intervención solo se produce si los vídeos alcanzan determinado nivel de consumo. Y en esas rondas adicionales a menudo no se tienen en cuenta los tipos de contenido o la normativa específica de edad.

Esas revelaciones refuerzan el discurso crítico contra la plataforma china en EEUU en plena cuenta atrás para que ByteDance venda sus acciones en ella o afronte el bloqueo de la aplicación en todo el país. En Europa también tiene frentes abiertos en relación con su impacto entre los más jóvenes, y el último de ellos es una petición de información sobre su sistema de recomendación de contenidos.