
Acusan a Mars y a su agencia de hacer greenwashing en sus campañas publicitarias
Polina Zabrodskaya, que hasta abril de 2024 ejercía como socia creativa en la agencia londinense AMV BBDO, ha presentado una demanda contra su antigua empresa bajo la acusación de verse forzada a dimitir después de expresar su preocupación en torno a posible contexto engañoso sobre sostenibilidad de campañas de Mars.
Así lo avanza Campaign, que concreta que la demandante señala que sufrió acoso y discriminación tras plantear objeciones a una campaña de la marca Galaxy, subsidiaria del gigante de los chocolates.
Sus comentarios sobre la eventual incongruencia entre el mensaje de esa acción, «mejorando el chocolate, una pieza a la vez», y las prácticas ambientales y laborales en las cadenas de suministro de Mars habrían conducido a su exclusión de las reuniones hasta apartarla del proyecto.
Zabrodskaya apelaba a informes previos en los que se vinculaba la producción de esa compañía con trabajo infantil y forzoso, así como con impacto ambiental significativo. Dos años después una investigación de CBS News concluía que Mars comercializó cacao cosechado por niños de hasta cinco años.
En la demanda alega que, tras discutir ese tema con un alto ejecutivo de Mars, fue suspendida por su agencia por «comentarios poco profesionales e inflamatorios». Entonces, comenzó una investigación interna que duró un mes cuyas conclusiones la absolvieron de irregularidades, pero una queja posterior por lo que consideraba ambiente de trabajo hostil fue desestimada por la agencia y por ello decidió renunciar.
Una exsocia creativa demanda a AMV BBDO por dimisión forzosa tras denunciar «greenwashing».
Zabrodskaya había elevado igualmente comentarios sobre Sheba, una marca premium de alimentos de mascotas en cuyas campañas fue reasignada en 2022 tras el conflicto de Mars.
Entonces, cuestionó la aseveración de que la cadena de suministro era «100% sostenible», tal y como reflejaban esos anuncios, o la certificación del Marine Stewardship Council que utilizaba la compañía para acreditar ese extremo.
Por todo ello, la ex socia creativa de AMV BBDO quiere que el caso se dirima en público y no quiere acuerdos privados, ya que «hay seis millones de personas trabajando en publicidad a nivel mundial y muchos no apoyan el greenwashing pero se sienten incapaces de hablar».
En su demanda cuenta con el apoyo del grupo Climate Whistleblowers, cuyo codirector Gabriel Bourdon-Fattal señaló a Campaign que «Polina sintió que tenía que dimitir porque la industria de la publicidad trata de ocultar voces disidentes».