Alternativas para las agencias tras el Covid 19: mantener el teletrabajo, compartir espacios seguros y más flexibilidad en los equipos

| 3 JULIO 2020

La pandemia del coronavirus ha puesto a prueba a la sociedad en general, y a las empresas en particular, que ha tenido que adaptarse rápidamente para seguir trabajando. Hoy, en que hay que volverá una nueva realidad, se pueden ejecutar nuevas fórmulas que incrementen la competitividad.

Las agencias vieron afectados sus ingresos por una caída de la publicidad que todavía continua y tuvieron que recurrir a la redimensión de sus plantillas, gran parte a través de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), reducción de salarios y sobre todo, recortando y flexibilizando sus jornadas, a través del teletrabajo.

Pero estas medidas tomadas de forma temporal podrían convertirse en una de las fórmulas que ayuden a las agencias a remontar tras el Covid-19.

Según un informe publicado este mes por CaixaBank Research, en 2019, sólo el 8,3% de los ocupados en España trabajaban desde casa, de forma habitual u ocasionalmente; frente a la media de la UE que se situó en 16,1%. Sin embargo, tras la experiencia del confinamiento, la entidad estima que un 32,6% del total de los empleados en España podría potencialmente llevar a cabo su trabajo en remoto.

Esta tendencia podría generar la necesidad de menos metros de oficina o de un cambio de filosofía de la misma, ya que las medidas de prevención sanitaria se prolongarán unos meses y se exigirá la distancia mínima entre personas. Para aquellas agencias que no dispongan de espacio o quieran favorecer el teletrabajo y reducir costes de alquiler, pueden encontrar alternativas en el mercado inmobiliario como compartir espacios de trabajo, pero preservando la seguridad de sus trabajadores y clientes ante la emergencia sanitaria, que se puede producir en los tradicionales coworking.

Una de las empresas que esta promoviendo un nuevo tipo de espacios es Cowoffi, un marketplace de oficinas que pone en contacto empresas con espacio de trabajo infrautilizado con otras compañías que buscan espacio de trabajo compartido, pero por espacios de tiempo medio prolongado. Este nuevo concepto permite usar los protocolos de seguridad en espacios comunes a través de «burbujas» o «grupos de convivencia estable», como los que se platean para los centros educativos. Se puede compartir oficina pero con grupos estables de compañeros de trabajo, con los que además se puede crear sinergias e incrementar negocio.

Por otra parte, la flexibilidad de horarios y distancia que hemos descubierto con el teletrabajo, permite deslocalizar las plantillas y diversificar los profesionales.

Bajo estos principios de economía colaborativa, en donde se ahorra en desplazamientos, se comparten espacios seguros y se diversifica las plantillas, puede que la experiencia del confinamiento arroje fórmulas contrastadas, que permitan ahorrar costes, crear alianzas y sobrevivir a las agencias ante un escenario económico de contención, sobre todo, a las más pequeñas.