Amazon esquiva la obligación de crear una biblioteca de anuncios en la Unión Europea
El recurso a la Justicia por parte de Amazon en Europa ha dado resultado parcialmente y queda eximida de momento de la obligación de crear una biblioteca de anuncios. Ese requerimiento forma parte del nivel más estricto de regulación que la directiva de Servicios Digitales reserva a las 19 plataformas “muy grandes” designadas en abril, una condición que el gigante del comercio electrónico disputó desde el primer momento y llevó a los tribunales por considerar que su negocio principal no está basado en contenidos ni en publicidad asociada a ellos.
Sus abogados han venido argumentando además que la publicación de un eventual archivo de anuncios supondría la divulgación de información confidencial que causaría “un daño grave e irreparable a sus actividades publicitarias y, por extensión, a todas sus actividades”, tal y como recoge el fallo. Amazon sostiene que esa divulgación forzosa debilitaría su posición competitiva y sería dañina para su cuota de mercado, así como para sus socios comerciales.
El tribunal comunitario le da la razón a la compañía en ese aspecto, aunque a su vez los representantes legales de la Comisión Europea apuntan que la mayor parte de los datos exigibles para componer esa biblioteca de anuncios ya son de acceso público. Esa información que fuera de Amazon se desconoce es la que habría hecho decidirse al juez por conceder las medidas provisionales, que de momento exoneran al gigante del comercio electrónico de lanzar un repositorio de anuncios en el que el fallo indica que ya estaría trabajando.
La suspensión momentánea de ese requisito supone una victoria parcial para la empresa. El tribunal no aceptó la petición de dejar sin efecto la obligatoriedad de ofrecer a los usuarios de su tienda online la opción de no crear perfiles que impulsen las recomendaciones que reciben. En ese caso Amazon apeló igualmente al riesgo de pérdida significativa e irreversible de su cuota de mercado, porque sin la capacidad de personalizar los productos que aflora ante sus clientes empeoraría la experiencia de estos a la hora de encontrar sugerencias útiles. Y eso redundaría en una caída de ingresos que estima entre 500 y 3.800 millones de dólares.
En todo caso, el gigante del comercio electrónico tendrá que esperar una decisión más amplia sobre su situación. Lo que de momento hay sobre la mesa son medidas provisionales que detienen el efecto de una parte de la normativa sobre Amazon mientras se resuelve la cuestión de fondo. Las plataformas señaladas por la Comisión Europea tienen más de 45 millones de usuarios y deben acreditar políticas de moderación de contenidos, así como datos sobre transparencia de campañas.
