Decathlon no deja indiferente a nadie con la supuesta pérdida del balón de la final de la UEFA Europa League

| 22 MAYO 2025 | ACTUALIZADO: 22 MAYO 2025 10:31

El rebranding de Decathlon ha marcado mucho más que un cambio visual. Esta colaboración marca una evolución estratégica que reafirma el compromiso de la marca con todos los deportistas, desde los amateurs hasta los de más alto nivel. Una evolución que tuvo como punto álgido la fecha del 21 de mayo, cuando el Estadio de San Mamés (Bilbao) presenció la gran final de la UEFA Europa League, un evento que tuvo como protagonista el balón oficial de Kipsta, marca técnica de fútbol de Decathlon.

El balón, que acompañó a la final de la UEFA, posiciona a Decathlon como referente tanto como marca como en el mundo del deporte. La elección del balón de Decathlon por parte de la UEFA hace destacar la calidad técnica del producto, validado para competir en los máximos estándares del deporte profesional.

“El balón de Decathlon (Kipsta) ha sido elegido por su agarre excepcional, control de trayectoria preciso, durabilidad y calidad profesional, gracias a su innovadora tecnología thermobonding. Es un claro símbolo de nuestra capacidad para competir al más alto nivel”, destacan desde el equipo de producto de Decathlon.

Más allá del balón, esta estrategia de comunicación ha sido clave para el posicionamiento de la marca como una compañía que ha conseguido conectar con el público gracias a una narrativa que no ha dejado indiferente a nadie. Durante 2024, Decathlon ha reforzado su presencia en el deporte profesional a través de colaboraciones con deportistas, competiciones y asociaciones de primer nivel, consolidando así una evolución que no solo se ve, sino que se siente en cada campo de juego.

“Esta colaboración con la UEFA une dos compañías con una visión común: pasión por el deporte, innovación constante y una accesibilidad completa. El mejor balón también puede ser accesible para todos”.

Como parte de su estrategia de comunicación, Decathlon ha aprovechado el contexto de la final para lanzar una campaña creativa. Esta estrategia combinaba una narrativa y experiencia visual destacable. Esto ha generado conversación en redes sociales y medios, ya que en los días previos al evento, la supuesta desaparición del balón oficial despertó la curiosidad del público. La historia fue difundida en plataformas digitales y redes sociales a través de breves vídeos, publicaciones en tono enigmático y la ayuda de perfiles influyentes del mundo del deporte, que incrementaron la intriga en torno a la desaparición del balón.

La trama terminaba con una pieza audiovisual impactante, en la que un balón gigante emergía desde la cubierta de San Mamés. Una acción simbólica que no solo refuerza el compromiso de la marca con el deporte profesional y demuestra la capacidad de comunicar y generar expectación en el público, sino que también deja claro quién se encuentra en el centro del juego, el balón de Decathlon (Kipsta)

Con esta acción, Decathlon da un paso más hacia su objetivo de ser un factor clave en el deporte de alto nivel, al tiempo que mantiene su esencia: apoyar a todos los deportistas, sin importar su nivel o disciplina.