El coronavirus dispara el activismo de marca y la demanda de flexibilidad
Cada vez más empresas consideran que deben adoptar posturas públicas frente a cuestiones sociales para renovar la confianza de sus consumidores y ganarse la de quienes no lo son. Esa es una de las conclusiones que puede extraerse del informe Top 10 Global Consumer Trends 2021 de Euromonitor International, que sitúa como una de las tendencias clave para este año el activismo de marca.
Eso se sustancia en un efecto arrastre respecto a 2020, año en el que una cantidad creciente de personas empezó a prestar mayor atención a las iniciativas de las empresas en plena pandemia y a incorporar esos comportamientos en sus decisiones de compra. Esos consumidores han interiorizado la respuesta positiva ante marcas que se pronuncian sobre asuntos medioambientales o sociales de una manera adecuada y poniendo de su parte en esas cuestiones.
Sin ir más lejos, hasta un 73% de los profesionales encuestados cree que las iniciativas de sostenibilidad son críticas para el éxito de sus empresas y el 69% considera que su público potencial está más preocupado por esos temas que antes. Y un 89% de ellos afirma que ofrecer mejores condiciones a los empleados forma parte de un discurso social general deseable por parte de los consumidores.
Esto último explica igualmente otra de las tendencias, la del asentamiento del teletrabajo en la medida en que un porcentaje importante de quienes ahora lo hacen por obligación encuentran ventajas en él. La extensión del trabajo deslocalizado se complementa con la demanda de seguridad y con el deseo de disfrutar más de espacios abiertos tras los episodios de confinamiento. Y eso conduce a la convivencia flexible entre las dinámicas digitales y físicas, algo en lo que muchas personas quieren profundizar en diversos planos de sus vidas. El auge del comercio electrónico es un buen ejemplo de eso, al igual que las videoconferencias en ámbito personal, laboral o formativo, así como las experiencias de ocio compartido a través de pantallas.
Euromonitor International emite sus pronósticos de tendencias entre los consumidores desde 2010 y la que lanzó en enero del año pasado apenas resistió tres meses a la realidad. En abril la republicó revisada para incorporar los cambios que preveía que el coronavirus y sus confinamientos asociados iban a suponer para la gente. Entre esas predicciones estaba la de la menor preocupación por la privacidad en internet de cara a compartir datos que ayudaran a combatir el coronavirus o una atención aún más precaria a mensajes comerciales.