Google y Meta han absorbido más de 600 M en publicidad política en EEUU desde 2023

Las dos plataformas publicitarias más importantes han concentrado al menos 619 millones de dólares en anuncios de carácter político en EEUU desde el inicio de 2023 y hasta agosto de 2024.

Ese es el resultado de la investigación conjunta de Brennan Center, OpenSecrets y Wesleyan Media Project, que atribuyen un mínimo de 248 millones de esa cifra a la carrera presidencial que se resuelve en noviembre.

Entre los descubrimientos del estudio está el hecho de que los demócratas han invertido más de tres veces más que los republicanos, según los datos públicos a los que han podido acceder los investigadores.

Pero en todo caso aclaran que esa circunstancia puede ser reflejo de que la inversión del partido de Donald Trump se haya redirigido a otras plataformas de las que existe menos información a ese nivel.

De hecho, la inconsistencia y las limitaciones de los datos que ofrecen son las que les han obligado a ceñirse a Meta y Google, que representan solo una parte del gasto total. No está claro el porcentaje, pero según Insider Intelligence ambas compañías sumarán este año en torno al 45% de toda la inversión publicitaria digital en EEUU.

Esa estimación sitúa por debajo del 50% la combinación de ambas por primera vez desde 2014, una fragmentación que introduce igualmente incertidumbre para estimar lo que gastan partidos y candidatos en intentar convencer a posibles votantes a través de soportes digitales.

A eso hay que añadir que tampoco existe información precisa sobre lo invertido en influencers o los gastos de elaboración de cualquiera de esas campañas.

Las limitaciones de la información disponible impiden que el estudio de Brennan Center, OpenSecrets y Wesleyan Media Project incluya otras plataformas.

Por último, los investigadores señalan también que Google y Meta no comparten una misma definición de lo que es publicidad política, y de ahí se derivan diferencias de catalogación en sus bibliotecas de anuncios.

Si la primera centra la distinción en campañas enfocadas en partidos, candidatos o causas susceptibles de ser votadas, Meta la amplía a cuestiones sociales que pueden formar parte del debate político y figuras que adquieren relevancia en ese ámbito.

El estudio refleja una atomización de gasto entre los diferentes procesos del ciclo de votaciones que concluye en pocas semanas con la elección ente la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Trump para ocupar la Casa Blanca. En el último año y medio también ha habido elecciones para renovar el Senado desde estados como Arizona, Montana o Texas, y también mociones sobre derechos abortivos en Ohio o medidas sobre personas sin hogar en California.