Havas debuta a la baja en su regreso a bolsa como compañía independiente
El conglomerado publicitario Havas ha cerrado una etapa de siete años como empresa subsidiaria de Vivendi y ha retornado a bolsa como parte del plan de segregación del gigante francés.
Debutó en el índice Euronext Amsterdam con una valoración de 2.500 millones de euros, pero al cierre de su primera jornada en el mercado se había reducido a algo menos de 2.300 tras perder un 5%.
Yannick Bolloré retiene sus roles de presidente y consejero delegado de la compañía en esta nueva etapa, en la que de momento su familia mantiene en torno al 30% de la propiedad. En noviembre anticipó a Financial Times que Havas sopesaría opciones de de fusiones y adquisiciones significativas una vez hubiera concluido la salida a bolsa, lo que además vendría impulsado igualmente por la compra de Interpublic Group (IPG) por parte de Omnicom (OMG).
Esa operación deja abiertas las posibilidades de acuerdos similares entre el resto de los principales conglomerados publicitarios y reduce a cinco el número de grandes actores del sector. Una de las claves que explica esa unión es la necesidad de invertir en datos, tecnología e inteligencia artificial, y en ese último ámbito Havas anunció en junio 400 millones de dólares de inversión para los próximos cuatro años.
La compañía francesa aspira a que esa apuesta le ayude a consolidar los resultados que señalaba en su folleto de salida a bolsa. Entre otros, un margen de beneficio ajustado antes de intereses e impuestos de entre el 14% y el 15% antes de 2028 y contribuciones de ingresos netos de sus nuevas adquisiciones que oscilen entre 40 y 50 millones de euros.
Havas prevé una evolución prácticamente plana de los ingresos netos para este año y un 2% de crecimiento para el siguiente. Su mal desempeño en EEUU la ha lastrado durante todo el ejercicio.
Vivendi ya ha puesto a cotizar todas las compañías que su asamblea de accionistas ha aprobado segregar, con suerte dispar para cada una de ellas.
Su desembarco en la bolsa holandesa ha coincidido con el los otros activos de Vivendi segregados después de que la asamblea general de accionistas aprobara el plan de división presentado por el consejo de administración.
Canal+ empezó a cotizar en el mercado de Londres y llegó a caer un 21%, mientras que Louis Hachette lo hizo en la plaza bursátil de París con una ligera mejora. La matriz ahora menos potente aumentó en esa misma jornada su valor en un 35%.