Magnite toma posiciones para la gran transición a la programática en televisiones conectadas
Cada vez más inventario publicitario pasa de la ejecución tradicional por venta directa a la transacción programática en televisión conectada y Magnite quiere capitalizar el momento. La compañía ha resaltado esa tendencia en su presentación de resultados del segundo trimestre, en los que hace notar que ese trasvase se está acelerando sin que aún Netflix haya empezado a operar con esa tecnología. Paradójicamente, Magnite acusa el movimiento como un perjuicio a corto plazo porque las marcas “confían en servicios con tasas de aceptación más bajas” aunque es una gran oportunidad a largo plazo, según el consejero delegado Michael Barrett.
Uno de los activos clave para aprovecharla es ClearLine, la solución de autoservicio de compra directa de vídeo para agencias lanzada en abril. En esos meses ha aumentado tanto el número de planificadores en en lado de la compra como el de empresas en el de la venta. Barrett califica su recepción en el mercado como “increíblemente fuerte” pero no concretó cifras a preguntas de uno de los analistas, al que emplazó a esperar al año que viene para ver la contribución de esa herramienta en las tasas de crecimiento del negocio asociado a televisiones conectadas.
También está por verse la tracción de Magnite Access, una solución lanzada en junio como conjunto de productos omnicanal de audiencia, datos e identidad que habilita a los propietarios de espacios y sus socios publicitarios una mayor explotación de sus datos. Algunas de las partes de ese ecosistema están ya disponibles para todos los clientes y otras están en pruebas a la espera de confirmar su expansión a finales de año.
Todas esas tendencias confluyeron en unas cuentas en las que el SSP independiente más importante del mercado consignó ingresos de algo más de 152 millones de dólares, un 11% por encima del año pasado. Las pérdidas casi se triplicaron, hasta rozar los 74 millones, y en esa cifra asoman 4,5 millones en deudas incobrables por la quiebra de MediaMath.