¿`Morir matando´?

| 6 OCTUBRE 2015 | ACTUALIZADO: 6 OCTUBRE 2015 11:18

En general, en nuestra querida España –con permiso de Mas y sus excéntricos companys- los de Recursos Humanos miran antes el DNI que la experiencia profesional del susodicho. En publicidad es, si cabe, aún más peligroso pasar de los 50. Siempre que trabajes en una de las grandes multinacionales, claro. Si eres independiente, no sigas leyendo.

La crisis ha reducido drásticamente los gastos en las agencias de nuestro mercado. Algunas cúpulas directivas han pasado de comer en ostentosos restaurantes a tener que justificar menús de dos platos, y café o postre.

Estos recortes han llegado, como no podía ser de otra forma, a las cúpulas directivas de las más importantes agencias del país. Lo que quizá no esperaban algunos es que ellos mismos pudieran pasar a formar parte de una black list. Algunos ya lo han comprobado en sus propias carnes. Unos se han ido con los bolsillos llenos y otros con lo justo. Eso sí, todos han salido de buen rollo y sin portazo. O eso dicen en las notas de prensa que lanzan para hacernos creer que vivimos en Alicia en el País de las Maravillas.

En los últimos años hemos visto desfilar hacia la puerta de salida a presidentes y CEOs de Publicis, Tapsa/Y&R, etc. No serán los últimos y en 2016 es muy probable que veamos algún rostro más -de los conocidos- haciendo las maletas.

Las estructuras de algunas importantes agencias han estado tradicionalmente sobrecargadas. Mientras había pienso para todos, nadie decía ni pío, pero cuando este escasea algunos han empezado a hacerse sitio a empujones.

Una de las emblemáticas agencias del mercado español anunció hace poco la salida de su director general, explicando que sus atribuciones serían asumidas por el presidente. Blanco y en botella, Malibú. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar por las tuyas a remojar…

Lo que hasta ahora era un idilio profesional en este (y otros sitos) se irá convirtiendo en un campo de batalla donde la supervivencia es el gran objetivo. Algo así como la mítica película de Los Inmortales, “sólo puede quedar uno”.

Casualmente, en algunas de esas empresas los presidentes rozan –si no los superan…- los 60 palos y no quieren dejar la poltrona hasta la jubilación. Curioso planteamiento este de querer “morir” con las botas puestas dejando “cadáveres” por los pasillos. Triste final.

La verdad es que tenemos una generación de directivos de la publicidad bastante saludable, y con un futuro halagüeño (esperemos). Pero que nadie se engañe; ni a Martin Sorrell (WPP) ni John Wren (Omnicom Group) les va a temblar el pulso para adelgazar staffs directivos.

Lo importante es que sepan distinguir la paja del trigo. Porque hay de todo en la viña publicitaria española. También cizaña.

Un consejo, no dejen muchos “cadáveres” en el tiempo que les quede, no vaya a ser que esos mismos sean los que les entierren a ustedes.