Publicistas: una profesión solo apta para ‘ricos’

| 23 MAYO 2019 | ACTUALIZADO: 14 OCTUBRE 2020 13:03

«En la industria publicitaria se aprovechan del conocimiento de los chicos jóvenes a cambio de muy poco dinero, por no decir gratis. Están en las agencias tres meses de prácticas y luego se tienen que buscar otra agencia, donde repiten el mismo esquema. Están dos o tres años sin ganar prácticamente nada para conseguir experiencia y que alguien les ofrezca un trabajo también mal pagado».

Este es el precario ecosistema creado en la industria publicitaria española, también de otros países, expuesto por Uschi Henkes, presidenta del Club de Creativos (c de c), en la presentación, ayer, del «I Estudio de la población publicitaria en España».

En efecto, según este informe, el 55% de los jóvenes entre 18 y 24 años tienen una experiencia inferior a un año en la agencia en la que están trabajando. En la franja de edad superior (25 a 35 años) la tasa de rotación también es muy alta: del 29%. Hay que tener en cuenta que se ha excluido del estudio aquellos trabajadores con menos de un año de experiencia en la profesión (normalmente becarios).

Donde es más habitual que los profesionales aguanten menos de un año es en las empresas grandes (más de 150 empleados), con una tasa de rotación del 25%. Por tipo de compañía, se da el porcentaje superior en las consultoras (23%) y en las agencias de medios (22%).

En general, la industria publicitaria se caracteriza por emplear a profesionales jóvenes. Casi 1 de cada 4 empleados del sector tiene una experiencia laboral inferior a cuatro años. La edad media apenas supera los 36 años y el 70% es menor a 44 años. Por departamentos, el de cuentas es el que tiene la edad media más baja (33 años).

Esta alta rotación en los perfiles más jóvenes es un indicador del «cortoplacismo» de la industria, que es «uno de los grandes dramas que hay en este sector», apunta Concha Wert, directora general del c de c.

Fuente: «I Estudio de la población publicitaria en España», impulsado por c de c.

Como consecuencia de ello, los ‘juniors’ van encadenando contratos no mas largos de seis meses en cada una de las agencias, prácticamente sin remuneración económica. «La formación de los jóvenes en las agencias tiene un periodo mínimo, quizá de tres meses. Pero lo que no puede ser es que se tenga que saltar a otro sitio para repetir otros tres meses, que es lo que está ocurriendo. El mayor abuso se produce cuando vienes de tres trainings seguidos«, precisa Wert.

Además, para poder optar a este tipo de contratos de prácticas la mayoría de los jóvenes se ven obligados a estudiar un máster, con el esfuerzo económico que ello supone. Según el estudio de c de c, el 80% de los profesionales de agencias tienen estudios de superiores o de posgrado.

«Normalmente, los jóvenes tienen una carrera que dura cuatro años, a lo que se le suma un máster y otros dos años mínimo de training. Son ocho años. Es una locura. Y todo eso para empezar a ganar quizás 700 euros», expone Henkes.

Pagar por trabajar

Es decir, muchos jóvenes empleados en la industria publicitaria española no solo no cobran en sus inicios profesionales, sino que tienen que pagar por trabajar en una agencia.

No solo eso, detrás de este sombrío panorama se desprende que para poder aguantar tantos años en precariedad, los jóvenes necesitan en muchas ocasiones el respaldo económico de sus familias para poder subsistir.

El resultado de esta situación es que la profesión publicitaria es en muchas ocasiones un sector solo ‘apto para ricos’. Esto «va en contra de la diversidad. La publicidad se convierte en un gueto de ricos, que no refleja la realidad de la calle«, sostiene Adrián Mediavilla, presidente de APG (Account Planning Group).

Sobre ello, Mediavilla recuerda que este asunto está generando un gran debate en países como Reino Unido. «Allí se dice que los publicistas son hijos de ricos». Y es que «trabajar en publicidad en Londres requiere una doble inversión: pagarte la vida allí y también pagarte el trabajo».