Alberto Artero.

Alberto Artero: “Es momento de que gente formada en la casa, con renovada energía e ilusión, tome el relevo”

| 12 ABRIL 2021 | ACTUALIZADO: 13 ABRIL 2021 12:08

El Confidencial anunció la semana pasada la decisión de Alberto Artero de dejar el cargo de director general del medio, al que llegó hace 15 años, aunque continuará como socio y consejero de la compañía.

Su trayectoria en el nativo digital comenzó en 2006, escribiendo columnas de opinión. Fue en 2011 cuando José Antonio Sánchez, editor de El Confidencial, le ofreció hacerse cargo de la gestión de la empresa. Al aceptar el reto dejó atrás su etapa de gestor de banca.

En ese momento, El Confidencial facturaba apenas 4,5 millones de euros, tenía 43 profesionales en plantilla y registraba unos 200.000 usuarios únicos al día. Diez años después, Artero deja el medio con un beneficio récord en 2020 de 4,3 millones de euros y 21,6 millones de euros de facturación; casi 200 trabajadores en nómina y una audiencia millonaria.

“Nos propusimos el liderazgo de la prensa digital, y lo logramos; ser los más influyentes, y lo conseguimos; tener la empresa más rentable y saneada del universo medios, y ahí están los datos”, pone en valor Alberto Artero en una carta de despedida enviada a los trabajadores de El Confidencial al que ha tenido acceso este medio.

Una vez alcanzados estos hitos, ahora El Confidencial está embarcado en el reto de consolidar su modelo de suscripción, al que también se enfrentan la mayoría de los medios de su competencia. En el caso de El Confidencial, actualmente tiene más de 25.000 lectores de pago.

Abierta esta nueva etapa en El Confidencial, Alberto Artero considera que es el momento idóneo para dejar paso a otro tipo de perfiles para liderar el medio. “Yo he sido gestor para un tiempo concreto, pero, en la nueva etapa que ahora se abre, donde alcanzar el liderazgo en el ámbito de las suscripciones es el reto principal, creo que mi aportación no estaría al nivel del pasado y que es momento de que gente formada en la casa, con renovada energía e ilusión, tome el relevo”.

En efecto, El Confidencial ha apostado por la cantera del medio para ocupar el vacío que deja Artero en la cúpula directiva. Su rol se bifurca en dos nuevas direcciones generales que separan la gestión económica de la operativa: la primera será ocupada por Juan Perea Sáenz de Buruaga, socio fundador de la empresa y anteriormente consejero delegado de Telefónica Internacional y presidente ejecutivo de Terra; y la segunda queda en manos de Alejandro Laso, director de Estrategia e Innovación hasta el momento y artífice del Laboratorio del periódico, desde el que ha impulsado cambios tecnológicos y de modelo de negocio que han sido cruciales para conseguir los resultados presentados.

Además, Libe Bilbao hasta ahora directora comercial, asumirá la responsabilidad de todos los ingresos de la compañía, incluyendo ‘branded content’ y eventos, convirtiéndose así en la ‘chief revenue officer’ del grupo; y José Antonio Zarzalejos, además de adjunto al presidente, asumirá las Relaciones Institucionales del grupo y formará parte del comité ejecutivo.

«Los mejores profesionales que se puede soñar»

Artero tiene una confianza ciega en este equipo, como demuestran sus palabras a la plantilla de la cabecera: “Ha sido una decisión muy difícil, profesionalmente la más difícil de mi vida, que se ha visto facilitada por la propia situación del diario, la certeza de que sois los mejores profesionales que se puede soñar y la seguridad de que contamos con los recursos necesarios para afrontar cualquier obstáculo que se ponga por delante. Si había un momento para dar este paso, era éste”.

En el capítulo de agradecimientos, Artero se detiene especialmente en la figura de José Antonio Sánchez. “Fue él el que apostó por un desconocido, dándole un lugar preeminente en el periódico, contra toda lógica. Fue también él el que mandó que gobernara este barco sin contar yo con la titulación necesaria para ello. Si amar es aflorar la potencialidad del otro, con José Antonio me he sentido querido hasta el extremo”. En este punto, Artero pide a la plantilla que confíen “a ciegas en él, su intuición es única, su pasión inigualable. No tendré vidas para agradecerle todo lo que ha hecho por mí. Él sabe que estaré a su lado cuándo y cómo me necesite. Como al de todos vosotros”.