Carlos Sobera

Carlos Sobera: “La televisión lineal no va a morir nunca, es difícil trasladar su naturaleza a las plataformas”

| 13 AGOSTO 2024 | ACTUALIZADO: 16 AGOSTO 2024 8:09

Sostienen prestigiosos expertos que el teatro es el mejor campo de experimentación de los profesionales de la comunicación. Grandes actores de obras teatrales, argumenta la literatura académica, cuentan con valiosos recursos y herramientas para dedicarse profesionalmente a la comunicación. Precisamente, entre bambalinas se forja la historia de uno de los presentadores de televisión más reconocidos en España.

Carlos Sobera (Baracaldo, 1960) ha presentado recientemente A contracorriente, su libro de memorias en el que relata su trayectoria personal y profesional desde aquel niño que soñaba con contar historias al público, hasta convertirse en uno de los rostros más icónicos de la televisión. La idea de publicar un libro de memorias, explica a DIRCOMFIDENCIAL, fue una propuesta de la editorial Espasa, aunque reconoce que, de entrada, él «no estaba nada motivado para hacerlo». Finalmente, tras estudiarlo detenidamente, decidió «asumir el reto y tomármelo en serio».

El título de la publicación, explica el autor en el prólogo, se debe a su carácter «poco convencional». «Siempre he sido alguien que ha ido en contra de lo que se esperaba de él. A veces tomo decisiones que nadie espera. Cuando todo el mundo esperaba que yo ejerciera de abogado [cuya carrera se licenció], decidí ser actor. Cuando todos  esperan que te mantuviera en una cadena generalista [Mediaset], yo me fui sin que se me cayeran los anillos a una cadena pequeña autonómica [ETB]. Siempre he avanzado siguiendo mi intuición y tomando mis decisiones contra la opinión de mucha gente«, asegura.

Se licenció en Derecho con la convicción de que no quería ser abogado. En realidad, lo estudió como «una solución complementaria«, dado que en los años 70 «no existían centros de arte dramático, o estaba ese ámbito muy poco reglado o formal». De hecho, una vez licenciado, llegó a compatibilizar su puesto de profesor de universidad con las artes escénicas.

«Los anunciantes, que tienden a utilizar la vía digital y las redes, comprenden que la concentración y la atención que provoca la televisión, la tienen pocos medios, por no decir ninguno».

Aquella pasión por el teatro le llevaría posteriormente a firmar los primeros contratos con la televisión, primero como actor en Al Salir de Clase, y posteriormente en el concurso que le catapultaría a la fama, Quien quiere ser Millonario (inicialmente, 50 x 15). Aquel «bautismo de fuego» lo mantiene en su memoria como el mejor recuerdo de su trayectoria profesional. «Todas las oportunidades posteriores fueron fruto del resultado de aquel programa que marcó una época televisiva», relata.

Casi cuarenta años después, Sobera es uno de los presentadores de espacios de entretenimiento más admirados. Defiende que le atrae la televisión que actualmente se hace en España, por su enorme diversidad de canales, contenidos y democratización. «Por lo general, se hacen buenos informativos, documentales y una ficción extraordinaria. El entretenimiento ha llegado a cuotas de perfección brutales, con programas como Supervivientes o La Voz. Estamos haciendo una televisión muy buena y prueba de ello es que hay formatos españoles que se exportan«.

Uno de los desafíos que afronta la televisión desde la irrupción del streaming es la caída progresiva de la audiencia. Un factor que, según Sobera, no enciende las alarmas en el sector televisivo. «Llevamos como diez o doce años anunciando la muerte de la televisión cuando, realmente, todavía entre los cinco canales lineales suman una audiencia cercana al 50%. Eso es una barbaridad y representa a millones de espectadores». «La televisión lineal no va a morir nunca, es difícil trasladar su naturaleza del directo y la información, como grandes acontecimientos deportivos, conciertos o concursos, a las plataformas«, asegura.

«Incluso anunciantes«, añade, «que tienden a utilizar la vía digital y las redes, comprenden que la concentración y la atención que provoca la televisión, la tienen pocos medios, por no decir ninguno. No va a morir», reitera. Sobre las redes, sí subraya que entre la televisión y Youtube es necesaria la «complementariedad y la retroalimentación».

Sobera defiende que la televisión está llamada a fortalecer sinergias con Youtube.

Entre 2004 y 2008 trabajó en Antena 3, conduciendo varios concursos. Cuenta que aquellos «fueron años maravillosos», pero que «como en muchas historias de amor, no terminaron bien«. Preguntado por el periodo más amargo de su carrera resalta el final de aquella etapa en la actual Atresmedia, en los que «no llegué a entenderme con quienes tenían la responsabilidad de elegir programas en los que yo tenía que estar«. «Estuve prácticamente un año sin hacer apenas nada y me dio mucha pena, porque fue una cadena que siempre me trató muy bien y en la que estuve muy a gusto».

Sobera subraya que siempre ha jugado «con deportividad» ante los éxitos y fracasos de audiencia en los programas que ha presentado. «Siempre he aceptado lo que venía para bien o para mal, con la ilusión de empezar e insistir hasta que el público diga basta. Supongo que ese día llegará y lo trataré de asumir».

El actual presentador de First Dates (Cuatro) niega que tenga especial ilusión por debutar con otros formatos televisivos, aunque admite que «sí tengo una espinita» en el campo de la ficción. Lo que supondría una nueva etapa en el camino emprendido por aquel niño que quería ser actor.