agencia-efe

EFE pierde 9,8 millones de euros por el impacto de las bajas voluntarias y el cambio de divisas

| 31 AGOSTO 2017

Las agencias de noticias no tuvieron tiempo de calcular la altura de la caída tras el estallido de la crisis económica. Directamente, su modelo de negocio tradicional cayó a plomo como consecuencia de las desinversiones a las que se vieron obligadas los medios para reducir costes.

Lejos de remitir, este efecto ha ido a más, lastrando con él la actividad y las cuentas de resultados de estas empresas con el paso de los años. De tal manera que, casi una década después, sigue sin atisbarse el final del túnel, en contra de la realidad que se esfuerzan en plantear algunas agencias.

Tal es el caso de la agencia EFE, que en en los últimos ocho años ha sepultado 48,2 millones de euros. De esta cantidad, 9,8 se perdieron en 2016, lo que supone empeorar aún más el resultado negativo de 7,5 millones con el que cerró el año anterior. Y ello, aún cuando en las previsiones del 2015 ya se preveía una mejora en le evolución de la sociedad. Nada más lejos de la realidad.

No obstante, la compañía dirigida por José Antonio Vera achacó este nuevo agujero a varios factores «de naturaleza extraordinaria», según indica en su memoria económica: en primer lugar, influyeron las numerosas bajas voluntarias registradas a la conclusión del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) puesto en marcha por la agencia en 2012. Efectivamente, el número de empleados ha descendido caído en este último año desde los 789 trabajadores a los 760. Esto es, 29 menos.

La compañía asegura que sin el impacto de estos factores podría haber cerrado el año en positivo

A este respecto, en las páginas del documento se explica que, aunque los efectos de esta medida terminaron en el último trimestre del 2016, el personal afectado por las reducciones de jornada y reducciones salariales «ha vuelto al punto de partida», lo que provocará un incremento «previsto» en los costes salariales.

Este impacto, no obstante, se reflejará en las cuentas del 2017. Y es que de hecho, el gasto en personal fue de 58,9 millones de euros el año pasado, un 3% inferior al realizado en 2015.

Por otro lado, EFE también atribuye el signo negativo del ejercicio a las devaluaciones experimentado en las divisas en los países americanos, donde mantiene una alta facturación, y a las dotaciones asociadas a litigios laborales. Esta última partida, recogida en el apartado de provisiones, se ha elevado hasta los 1,9 millones de euros en 2016, esto es, 400.000 más con respecto al año anterior.

Pese a que el agujero de las pérdidas bordeó los 10 millones de euros, la compañía asegura en sus cuentas que sin el impacto de estos elementos podría haber cerrado el año con un resultado positivo.

Para los administradores de EFE no influyó, en cambio, la caída interanual del 1% en la cifra de negocios, que pasó de los 78,5 millones de euros a los 77,8 millones. El 83% de los ingresos (64,7 millones de euros) provinieron del mercado nacional, frente al 17% del exterior (13 millones de euros), que han descendido en todos los mercados donde presta servicio la agencia. Y, dentro del mercado nacional, el 60% del volumen facturado (39 millones de euros) lo generaron las distintas contrataciones que realiza el Estado.

Tampoco pasó factura en el resultado anual el aumento desaforado de la deuda con entidades de crédito, que alcanzó los 14,5 millones de euros cuando en 2015 representaba poco más de 400.000 euros.