El mercado publicitario del abierto se contrae desde la llegada de las nuevas TDT

| 17 ENERO 2019 | ACTUALIZADO: 18 ENERO 2019 8:53

La televisión tradicional pierde audiencia y publicidad. A la tendencia bajista que mantiene desde 2012 el consumo convencional, consecuencia de la fragmentación del público, se ha sumado en el último año el estancamiento de la inversión publicitaria.

La nueva realidad televisiva no es en absoluto desconocida. Desde las revisiones a la baja del crecimiento publicitario a la caída en la ocupación comercial por segundo año consecutivo, son varios los indicadores que han permitido ir tomando conciencia de este cambio a lo largo del 2018.

La televisión en abierto, que computa el negocio de Atresmedia, Mediaset y el resto de TDT, se está cobrando la peor parte, tal y como evidencian los últimos datos aportados por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), correspondientes al segundo trimestre del año pasado. El conjunto de cadenas que emite a través de la red terrestre ingresó 506 millones de euros en concepto de publicidad en este periodo, frente a 555 millones de la televisión de pago.

El reparto de licencias realizó en 2015 no ha logrado hacer crecer el negocio del mercado audiovisual español

Además de constatar el dulce momento que atraviesa la industria del pago en nuestro país, aunque entre mayo y junio de 2018 cortó la racha ascendente de abonados al sumar 6,6 millones (-100.000), el informe de Competencia permite contemplar la evolución negativa que ha seguido el mercado de la televisión en abierto desde 2016.

Curiosamente, el punto de inflexión se sitúa en el segundo trimestre de ese año, que coincidió en el tiempo con el comienzo de emisiones de Real Madrid TV, Dkiss, TEN, Atreseries y BeMad, los últimos canales en incorporarse a la TDT. Ese periodo facturaron 523 millones de euros, lo que representa un descenso interanual del 3%. Ligero, pero un descenso al fin y al cabo que se registra en plena gripe del mercado publicitario. Por el contrario, el pago ha visto aumentar su porción de la tarta un 18% en el mismo periodo comparativo.

Fuentes del sector apuntan a la menor audiencia de sillón como explicación de este fenómeno. A menor consumo tradicional, más bajo se cotizan los espacios publicitarios de las cadenas. Como fuere, esta reducción publicitaria supone que el reparto de licencias realizó en 2015 no ha logrado hacer crecer el negocio del mercado audiovisual español.

Lógicamente, las principales afectadas de este nuevo orden han sido las nuevas TDT, que desde el primer momento experimentaron las dificultades de hacerse hueco en un mercado donde el 85% de la inversión está en manos de Atresmedia y Mediaset. Una posición de dominio que se ve reforzada ante la incapacidad de los pequeños canales para crecer en audiencia sin contar apenas con fuerza comercial.