Godó aprovecha la reorganización de su negocio para aligerarlo
La televisión ha sido un negocio cuanto menos discutible para el Grupo Godó. Principalmente para su canal 8TV, que ha acusado seriamente la ardua tarea de hacerse un hueco en el duro mercado audiovisual catalán, liderado de largo por TV3. Como resultado, una audiencia por debajo del 1% y pérdidas operativas cercanas a los 40 millones de euros.
El mal desempeño de 8TV acabó agotando la paciencia de los máximos responsables del grupo catalán. A finales del 2018, año que se cerró con unas pérdidas de 4 millones de euros, decidieron replantear por enésima vez el fallido proyecto.
El último cambio implicaba abandonar la emisión de programas en directo de producción propia y apostar por contenidos enlatados. En este sentido, Godó solicitó hace unos meses una modificación de la licencia de emisión de 8TV con la intención de ofrecer «una programación temática de carácter económico y cultural», según informó hace unas semanas El Independiente.
La solicitud no prosperó puesto puesto que no respondió al requerimiento del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), que exigía una documentación justificativa de la modificación de las obligaciones del titular. Fuentes de la compañía confirman que ya se han satisfecho estas demandas y están a la espera de una nueva respuesta.
Vendida la participación en Verenda
Entretanto, la cadena de Godó ha modificado su programación para llenarla de contenidos de ficción. Por otro lado, se ha desprendido de la participación que tenía en Veranda, la productora fundada por Aitor Montánchez e Ignasi Comillas.
El holding catalán ha vendido su paquete de acciones en la productora de Merlí a Lagardère Studios, que también es socio de referencia de Boomerang TV.
