Presentación de Secuoya Studios.

Grupo Secuoya: la historia de la productora granadina que hoy es casera de Netflix

| 4 ABRIL 2022 | ACTUALIZADO: 4 ABRIL 2022 16:32

De Granada al cielo. Algo así podría decirse que fue el mantra de Raúl Berdonés cuando decidió emprender su camino en el mundo de la producción audiovisual y crear Secuoya, una pequeña empresa que nacería de la forma más reducida y que pronto se convirtió en una de las productoras más prósperas del panorama nacional. Ahora, casi quince años después, ya conformado el grupo con sus filiales correspondientes, puede decir que es el casero de Netflix en España. Aunque el trayecto para llegar hasta este punto ha sido largo.

Con 17 años este apasionado del universo audiovisual se trasladó a Madrid para desarrollar su carrera detrás de las cámaras. Desde ayudante de cámara a operador, productor, jefe de producción… y así escalando hasta puestos que le permitieron configurar lo que hoy es el grupo Secuoya.

Sucedió en 2008. ¿Qué hizo? Apostar por una productora llamada Central Broadcaster Media (CBM) en la que los costes se abarataban a la mitad. Una idea que de tener buenos resultados sería un filón para las empresas televisivas, que justo entonces vieron explotar su crecimiento a causa de la crisis económica que lastró al mundo y muy especialmente a España. Para lograrlo, lo desde 2010 se diversificó la actividad con servicios de consultoría y gestión de coberturas en exteriores. Así alcanzó los 20 millones de euros de facturación en solo dos años, es decir, un crecimiento exponencial del 69,4%.

Secuoya no paró de crecer. Tanto es así que en 2012 absorbió la productora New Atlantis y por ende formatos como Españoles por el mundo (TVE) o Policías en acción (LaSexta), siendo el género del reportaje documental uno de sus máximos exponentes. Pero no solo por estos formatos. También por otros como Equipo de Investigación, desarrollado por CBM desde las propias oficinas de Atresmedia.

Ahora bien, el grupo Secuoya no solo se ha dedicado a este terreno. También ha habido innumerables intentos en la ficción como en las series Vivo Cantando, Apaches o Algo que celebrar, que, por el contrario, no lograron el rendimiento esperado en Antena 3. Sucedió lo mismo con Victor Ros (TVE), que, pese a sumar un mejor desempeño, no llegó a calar al gran público.

Concesión de un canal TDT

Así se llega hasta 2015, fecha indiscutible en el calendario del Grupo Secuoya ya que supuso un punto de inflexión en su historia. Aunque, eso sí, no sin polémica. Todo radica en la concesión de un canal TDT pese a deber 2,3 millones de euros a Hacienda. En ese punto, ¿cómo lo logró? Una vez se publicó el concurso de la TDT en el BOE, la empresa solicitó al fisco una moratoria en el pago de su deuda. De esta forma, ‘legalizaron’ sus posibilidades y finalmente el 16 de octubre de ese año el Consejo de Ministros aprobó la adjudicación definitiva. Secuoya, junto con New Atlantis y en apoyo de Mediapro podría impulsar su propio canal de televisión, Ten, y pagar a posteriori la deuda.

Este canal sirvió como cajón de factuals y a su vez apuestas de la productora que tenían línea recta para ver la luz. Lo que no fue tan fácil de sumar fue telespectadores. Las audiencias residuales del canal se mantuvieron desde el inicio de sus emisiones en mayo de 2016 hasta la llegada del año 2020. De hecho, no ha sido hasta el pasado 2021 cuando Ten ha comenzado a dar un giro y levantar cifras cercanas al 1% de share. Unos datos voluminosamente discretos que en el arranque de 2022 se han incrementado hasta el 1,65% de media.

En paralelo, aquel mismo 2015 se cerró un contrato de gestión del canal de la televisión murciana, 7RM, por un periodo de tres años que se podrían extender otros tres. Y hasta hoy. El motivo: la llegada de la pandemia y posterior prórroga ha ido ampliando el tiempo de gestión del grupo hasta la aparición de un nuevo gestor por 900.000 euros mensuales. De esta forma, Grupo Secuoya incrementaría su cuota de penetración en la pequeña pantalla gracias a sendas cadenas, así como en IB3 y Canal Extremadura. En el primero de los casos gracias al acuerdo por la gestión técnica de la cadena por unos 12 millones; y en el segundo, gracias a la adjudicación en 2021 de la producción del canal por 2,4 millones de euros.

Alianza con Netflix

El último gran paso empresarial del grupo de Berdonés ha sido aliarse con Netflix. Pasar del regionalismo a la internacionalización más pura desde territorio nacional. Todo ello gracias a la creación de la primera central de producción en Europa ubicada en Madrid y cuya propiedad está firmada por Grupo Secuoya llamada Secuoya Studios.

Se trata de un campus de reciente construcción de 22.000m2 en Tres Campos con estudios de entre 1.200m2 y 1.500m2. Unos orígenes que en cuestión de tres años han duplicado su capacidad, al pasar de cinco a diez platós, y han incorporado nuevas instalaciones de postproducción para mejorar y ampliar las producciones del gigante audiovisual.

En este contexto no es de extrañar que los máximos mandatarios de Grupo Secuoya decidiesen lanzarse al mercado hasta el punto de comenzar a cotizar en el MAB solo tres años después de su fundación, en 2011, a un precio por acción de 4,2 euros. Hoy día el precio ronda los 6,6 euros por acción.

Igualmente, si se ubica el foco de atención en la cifra de negocio de la compañía en el contexto pandémico y postpandémico, es reseñable cómo entre el primer semestre de 2020 y el de 2021 ha aumentado su valor en 813 millones de euros, gracias a sus labores dentro del sector servicios, pasando de los 34.493,2 millones hasta los 35.306,1 millones.

Estas cifras se han visto aupadas también por la inyección en enero de 2021 por valor de 70 millones de euros por parte de Pricoa Private Capital, el cual se encuentra ayudando con esta línea de crédito la expansión latinoamericana y extracontinental de la productora. A esta suma habría que añadir los 36 millones en préstamos recibidos de otras entidades financieras españolas. En total, más de 100 millones de euros con los que crecer y asentarse definitivamente en el mercado mundial.

Su último gran paso, ser la productora encargada de la docuserie que se realizará relacionada con el día a día en la presidencia del Gobierno, siguiendo la rutina de Pedro Sánchez desde La Moncloa. Una introducción en los núcleos del poder en los que James Costos, presidente de Secuoya Studios y ex embajador de EEUU en España, tiene mucho que ver.

Así se engloba la historia de Grupo Secuoya, una productora nacida en las entrañas de Granada que en poco más de una década ha pasado a convertirse en uno de los grandes gestores de las cadenas autonómicas nacionales y el casero del todopoderoso Netflix.