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La caída prolongada de servicios de Facebook favoreció por partida doble a los medios españoles

| 6 OCTUBRE 2021 | ACTUALIZADO: 8 OCTUBRE 2021 9:10

Durante seis horas todos los servicios de Facebook fueron inaccesibles en todo el mundo, lo que supone la mayor interrupción de servicio de la historia reciente de la compañía. Y en esas circunstancias se disparó el tráfico de los medios españoles más relevantes, impulsado por los usuarios que llegaban a través de búsquedas para saber qué estaba sucediendo con las aplicaciones que no podía usar y por aquellos que directamente optaron por entrar en sus webs y aplicaciones para cubrir el vacío.

Esa respuesta se sustancia en cifras como el 70% de subida general en El Mundo, con un 15% más de usuarios a sus propiedades o el 50% de mejora para El Español en el que se incluye un 20% más de impacto en su audiencia sin intermediar. En esos y otros casos se ha repetido un esquema ya documentado por Chartbeat en 2018, en aquel caso provocado por una caída de apenas 45 minutos por parte de Facebook. En ese periodo aumentó un 11% el tráfico directo a las webs de medios y el de sus aplicaciones se incrementó en un 22%.

Para muchos editores este es un intercambio más que ventajoso en la medida en que las visitas que Facebook envía a los medios ha ido en declive desde hace años, como constatan las cifras internas de esas redacciones y estudios como Digital News Report. El tiempo creciente de los usuarios en la plataforma contó con una elevada exposición a contenido informativo, lo que convirtió a la red social en la primera emisora de tráfico para no pocas publicaciones. Sin embargo eso cambió radicalmente a partir de 2016.

Las cabeceras se vieron favorecidas por una doble corriente de tráfico procedente de búsquedas y de usuarios que normalmente hubieran estado usando esas aplicaciones.

Los datos de Parse.ly indican que ese año, justo antes del gran cambio de algoritmo que penalizó los contenidos de páginas para favorecer el publicado por personas, Facebook aportaba el 42% de las visitas enviadas a terceros de su red, por el 21% de Google. En 2019 las cuotas se habían invertido, de modo que el buscador sumaba un 50% y Facebook había caído al 25%. Las sucesivas actualizaciones de la fórmula que selecciona lo que los usuarios de la red social se encuentran al acceder han ido iterando en esa misma dirección.

Más allá de la aplicación principal, la caída general de servicios dejó inaccesibles a Instagram y WhatsApp. La primera ofrece la posibilidad de convertir tráfico a través de enlaces las historias, pero su rendimiento es muy irregular. Pero el servicio de mensajería es reconocido como una vía frecuente de acceso a información, con la pega de que los usuarios que llegan por ahí tienen que ser deducidos a duras penas en base a datos de contexto en la analítica. Forman parte de lo que normalmente se ha denominado tráfico social oscuro y por tanto no existe una forma exacta de medir el impacto de su ausencia, más allá de suponerlo en la variación de esa partida de visitas de difícil atribución.

WhatsApp ha visto crecer la competencia que supone Telegram en los últimos tiempos, sobre todo gracias al problemático episodio de los términos de uso que acabó posponiendo y que incentivó la llegada de muchos usuarios a su rival rusa. Hasta el punto de que ya ha alcanzado los 1.000 millones de descargasPara los medios ese eventual trasvase de usuarios durante esta crisis puede ser igualmente positivo si se tiene en cuenta que muchos de ellos tienen canales en Telegram, que está planteada como plataforma para difundir información. WhatsApp no comparte esa orientación y de hecho prohíbe en sus términos de uso la distribución en esos términos.