Fernando Garea, presidente de EFE.

La necesaria transformación de EFE: más de la mitad de los ingresos proceden de la Administración

| 18 JULIO 2019 | ACTUALIZADO: 19 JULIO 2019 8:41

EFE se encamina hacia la digitalización para enderezar su complicada situación de negocio. Entre 2012 y 2018 las ventas de la agencia pública han caído en 7,4 millones de euros, como consecuencia de los menores ingresos que recibe de sus clientes. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), su principal accionista, apunta a un descenso de otros 4,5 millones de euros hasta 2023.

Ante esta perspectiva poco halagüeña, el equipo directivo de EFE presentó a principios de año un plan de reestructuración para tratar de revertir la tendencia en un plazo de cinco años. El objetivo reconocido es adecuar a la agencia pública a las exigencias del nuevo panorama informativo.

Para sentar los cimientos de esta transformación digital, de productos y de estrategia, la redación de EFE ratificó el pasado febrero los nombramientos de los nuevos responsables periodísticos. Este proceso de reestructuración global va acompañado de la puesta en marcha de otros proyectos, como la unidad de verificación de bulos o la mejora de productos a clientes.

La captación de clientes representa una prioridad para la empresa, que en los últimos años ha pasado a depender en buena medida de las contrataciones procedentes de instituciones y no tanto de medios de comunicación. De hecho, las administraciones aportan más de la mitad de los ingresos de la agencia EFE.

En las cuentas de 2018, el auditor responsable de formularlas destaca que más del 58% de la actividad de la sociedad provienen de un contrato único firmado con el Ministerio de Presidencia y para las administraciones territoriales sobre servicios de cobertura informativa nacional e internacional de interés público.

Del total de 87,3 millones de euros reconocidos por EFE en el pasado ejercicio, 39 millones derivan del precio del contrato suscrito con la Administración, en tanto que otros 12 millones de euros corresponden a la partida relacionada con el Servicio de Interés Económico General (SIEG). Lo que hace un total de 51 millones de euros procedente de inversión pública.

Los contratos privados representa menos de un tercio en la actividad de la agencia EFE.

En cambio, la vía de contratos privados representa menos de un tercio en la actividad del medio público. Según el plan diseño por la actual dirección, con la nueva estructura se debería pasar de los 33,9 millones de euros en 2019 a los 41,3 millones en 2023, lo que equivaldría a un crecimiento medio del 3% anual que permitiría compensar el descenso acumulado en este tiempo.

Respecto a la condición de SIEG con la que le reconoció la Comisión Europea en 2016, a la agencia le corresponde una asignación anual de alrededor de 50 millones de euros. Así, en las cuentas presupuestadas para este año se contemplaba una partida de 56 millones de euros por parte del Gobierno.

Teniendo en cuenta que la previsión de gastos asciende a los 110 millones, EFE tendría que recaudar más de 50 millones en el mercado para alcanzar la estabilidad presupuestaria. El año pasado facturó 26,2 millones de euros en el mercado nacional y 10 millones del exterior.

Todas las áreas de negocio registraron caídas en 2018. A excepción de audio, que creció un 11%. Las informaciones de texto y fotografías, que hace una década suponían prácticamente la mitad del negocio de EFE, aportaron 24,97 millones de euros.