Televisión

«La TV de Prisa no tenía ningún sentido. Para competir tendrían que invertir entre 300 y 500 millones de entrada»

| 3 MARZO 2025 | ACTUALIZADO: 4 MARZO 2025 9:22

Los grupos mediáticos en España están asistiendo al inicio de un nuevo tiempo plagado de interrogantes. Esa es la tesis central que sostienen en un nuevo libro los profesores de Comunicación, María José Pérez-Serrano, en la Universidad Complutense de Madrid, y José Vicente García Santamaría, en la Universidad Carlos III de Madrid.

Grupos de Comunicación españoles: final de etapa (Editorial UOC) recorre la historia del mapa informativo en España desde el arranque de la democracia hasta la actualidad, pasando por episodios tan vibrantes como boyantes. El modelo de negocio imperante en el mapa mediático español, defienden los autores de la publicación, está caduco y destinado a explorar alternativas en la era de las plataformas.

García Santamaría defiende en DIRCOMFIDENCIAL que «lo que está en juego» es la continuidad de las integraciones tanto verticales —la presencia simultánea en televisión, radio y prensa—, como horizontales —donde la diversificación se ha ceñido a un negocio principal—. «Todo eso va cambiando y dando paso a la plataformización. Veo el futuro lleno de plataformas, con contenidos de todo tipo, como: podcasts, videos cortos, series, películas y contenidos periodísticos».

«Los grupos de comunicación como tal creo que van a desaparecer. No tienen más recorrido más allá de una década».

La histórica apuesta por la integración responde a un esquema de éxito impulsado en Estados Unidos, pero que hoy exhibe signos de desgaste, a juicio del académico. «Los grupos de comunicación como tal creo que van a desparecer. En España no tienen mucho recorrido más allá de una década. La mayoría están en quiebra técnica«, opina.

El mapa mediático español, a juicio de García Santamaría, ha perdido peso e influencia en comparación al de otros países. «Francia, Alemania o Reino Unido han conseguido tener un campeón nacional, un grupo presente entre los primeros del continente. En España lo tuvimos con el grupo Prisa, que llegó a alcanzar 4.000 millones de facturación. Eso desapareció cuando tuvo que desinvertir, y vende Cuatro, Canal + y otras empresas. En ese momento dejamos de tener campeón nacional, y parece que a nadie le importó».

José Vicente García Santamaría
José Vicente García Santamaría.

Consultado por el culebrón más sonado de los últimos días en los grupos de comunicación, el proyecto televisivo de Prisa, opina que «no tiene ningún sentido». «Lo que ha dicho Oughourlian [su presidente] es lo más correcto. Estando cerca de la quiebra técnica, con el agua al cuello, no puedes meterte en una televisión. Si quieres una televisión pujante, que empiece a competir, tienes que invertir entre 300 y 500 millones de euros de entrada, como primer desembolso, y luego vendría una ampliación de capital».

«Los grupos de comunicación más anclados a la prensa tienen poco que hacer, porque no tienen un modelo de negocio viable».

«Esa televisión no va a dar dinero nunca. Si entre el duopolio televisivo concentran el 80% de la publicidad, las autonómicas el 10%-12%, y el restante va a canales como Trece TV, autonómicas u otras, ¿qué le queda a un canal nuevo?«, se pregunta.

El entrevistado se muestra más optimista en las proyecciones de las dos grandes empresas de televisión —Atresmedia y Mediaset—, porque la elevada cuota de publicidad que acumulan «les permite sobrevivir», que con las ancladas a la prensa, como Unidad Editorial, Godó, Vocento o Prensa Ibérica, a las que les dedica varios capítulos.

Estos últimos grupos, lamenta García Santamaría, «tienen poco que hacer, al no tener un modelo de negocio viable«. «Desde la crisis de 2008 hasta 2017, la difusión de grandes diarios avanzó hacia la catástrofe absoluta. En la mayoría de estos, sus ingresos bajaron como mínimo a la mitad. De ahí se explican los EREs».

Preguntado por el modelo basado en la incorporación de muros de pago en la prensa digital, recuerda que «la gente no se suscribe a cinco o seis periódicos«, y resalta la importancia de conocer el ARPU de cada medio —promedio de ingresos por usuario—. «Puedes tener pocos abonados, pero un ARPU elevado, o por contrario, muchos y un ARPU muy bajo. 40.000 suscriptores con un ARPU muy bajo no es sostenible«.

Escenarios posibles

Los autores del libro se atreven a pronosticar tres posibles escenarios en los grupos de comunicación. En primer lugar, contemplan «una mayor concentración entre grupos anclados a la prensa, aunque no tanto en fusiones como la muy comentada y nunca llevada a cabo entre El Mundo o ABC».

En segundo lugar, prevén «una venta ordenada de cada uno de estos grupos«, aunque reconocen que es «poco viable, por cuanto habría que adquirir tanto activos como pasivos». Y, por último, se refieren a un «troceamiento» de estos grupos, vendiendo sus activos más rentables o de mejor imagen de marca a diferentes compradores.