La Vanguardia establece una guía de buenas prácticas para su comunidad

| 25 ENERO 2021

La relación entre medios digitales y audiencia está en constante definición. A punto de cumplirse un año de la ampliación de la web de participación de La Vanguardia, el periódico ha establecido una guía de buenas prácticas entre su comunidad de lectores a la hora de aportar visiones o compartir contenidos.

Con el fin de evitar los problemas de moderación habituales en Internet, la cabecera del grupo Godó busca establecer una dinámica que garantice el rigor, la veracidad y la libertad de expresión dentro de los límites del respeto entre todos los miembros de la comunidad.

Siguiendo la política de El País y eldiario.es, que hace tiempo restringieron la participación en comentarios a suscriptores y socios, La Vanguardia ha planteado una medida similar. Sólo los usuarios registrados en la web pueden comentar los artículos, y siempre dentro del respecto a otros lectores. Una decisión que se extiende a los debates entre lectores que activa periódicamene en su web.

Aunque nivel operativo se trata de una medida que reduce y facilita a partes iguales el trabajo del equipo de moderación, en el pasado ha planteado más de un debate. Principalmente por el hecho de que obliga a los lectores a identificarse para interactuar, estrategia de regsitro a la que han recurrido los medios en los últimos tiempos para acceder a ciertos contenidos de cara a ampliar su base de datos de cara a potenciar sus suscripciones.

En cuanto a la publicación de cartas y mensajes de lectores, restringe cualquier contenido que haga publicidad de marcas, empresas o productos. Su publicación se hará en castellano y se reserva el derecho de emprender acciones legales si un lector aporta contenidos no veraces con afán de engañar o divulgar noticias falsas.

Este último derecho de denuncia aplica también sobre cualquier contenido aportado por los lectores que promuevan sistemas de especulación o de negocio. La Vanguardia concluye esta guía recordando que todos los lectores pueden recurrir al defensor del lector y con la advertencia de que el incumplimiento de cualquiera de estas normas dará lugar a la exclusión del participante de la comunidad.