Mediaset señala públicamente a la CNMC como «el verdadero enemigo»
Paolo Vasile ha apelado a la serenidad de los inversores y periodistas como «elemento indispensable» en un momento de disrupción como el actual. Para el consejero delegado de Mediaset, «los profesionales del bla, bla, bla» se prestan, en ocasiones «sin ciencia ni conciencia», al «florecimiento caótico de insinuaciones, previsiones, interpretaciones y lo que sea».
Esta referencia podría haber sido perfectamente lo más destacado del discurso pronunciado por el directivo italiano en la Junta de Accionistas de la compañía. Sin embargo, Vasile ha reservado una larga serie de críticas para la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC), contra la que ha cargado duramente sin llegar a nombrarla.
«Lo que resulta más difícil de digerir, sin embargo, es que los profesionales del bla, bla bla, pretendan establecer quiénes son nuestros enemigos», ha empezado destacando el máximo responsable de Mediaset en clara alusión a plataformas como Netflix, HBO o Amazon, que deben ser vistos como competidores y, según el prisma, incluso aliados.
En opinión de Vasile, «el verdadero problema, el verdadero enemigo, puede ser la discriminación derivada de la asimetría» con la que la CNMC juzga el entorno en el que actualmente compiten teleoperadoras, grupos audiovisuales y plataformas de OTT. «Ojo de halcón para algunos -las cadenas de televisión-, ceguera absoluta para otros -los pujantes competidores-«.
«El verdadero problema, el verdadero enemigo,puede ser la discrminación derivada de la asimetría», ha dicho Vasile en la junta de accionistas
«Hay quien vive sometido y aplastado por unas normas concebidas para un mundo que ya no existe y quien no tiene reglas, quien no debe pagar ni impuestos, ni errores, ni horrores», ha aseverado Vasile durante su intervención.
También ha recurrido a la ironía al referirse a Competencia como «el que piensa y actúa con nosotros como si viviéramos en los tiempos de la Inquisición, y con los demás, con nuestros nuevos competidores, como si estuvieran en un mundo sin reglas ni límites.
Esta crítica va dirigida a la investigación que, desde hace trece meses, mantiene abierta el regulador contra Mediaset y Atresmedia por posibles prácticas restrictivas en el mercado publicitario de la televisión. Para su resolución, prevista para antes de este verano, se contemplan dos posibilidades: una sanción histórica, con una multa máxima de unos 100 millones de euros por cadena; o un procedimiento de terminación convencional, figura que les permitiría evitar la tan temida sanción.
Ha finalizado este reproche diciendo desconocer «lo que tanto anima al árbitro asimétrico, pero sabemos a quién, seguro ‘inconscientemente’, favorece». Y, acto seguido, ha vuelto a recalcar que la posición de dominio actual que ocupa Mediaset deriva de lo que «establece con claridad el público que se mueve con agilidad entre los contenidos y soportes nuevos y tradicionales».