Nacho Cardero, director de El Confidencial: «Muero por la influencia, no por la audiencia»
El director de El Confidencial, Nacho Cardero, ha mostrado los principales retos a los que se enfrenta el periodismo actualmente, durante la celebración del Encuentro Evoca, organizado por Evoca Comunicación e Imagen. El periodista ha hablado de la llegada del modelo de suscripciones a España, así como de la sobreinformación que sufren los lectores.
El Confidencial se creó hace más de una década como un medio nativo digital, el primero en el país. Desde hace seis años es dirigido por Nacho Carnero, que tiene bajo su mando a 150 profesionales que lanzan unas 100 noticias diarias. Su labor ha conseguido enganchar a 15.000.000 de usuarios únicos, según el estudio de octubre de comScore.
Con estas cifras no es de extrañar que estén «estudiando modelos de suscripción, basados en la información que ofrecemos», según comentaba Carnero. Unos de los últimos pasos que ha dado el medio en esta dirección tiene que ver con la creación de contenidos de acceso exclusivo para usuarios registrados, como ya informó DIRCOMFIDENCIAL. Así, cuando un lector que no está dado de alta en El Confidencial trata de acceder a estas informaciones, inmediatamente se le solicita datos para su registro.
El cambio de pensamiento en la cultura de pago de la sociedad española no será fácil, pero las predicciones de futuro son optimistas. Para conseguir la monetización de sus noticias no quieren «parecerse a nadie«, sino seguir apostando por «la combinación en la redacción de gente joven con periodistas de mayor expertise«, la fórmula de éxito del diario.
El periodista, señala la influencia como principal característica de El Confidencial. «Muero por la influencia, no por la audiencia», apuntaba. Con esta frase critica el uso de fake news en los medios de comunicación y el deseo de algunas marcas de contentar a sus lectores. La información, en su opinión, debe hacer con criterios periodísticos y deontológicos. «La esencia del periodismo es el periodismo», comentaba y, por tanto, contar con una buena imagen de marca es esencial para distinguir la mala información de la buena información.
La fórmula de éxito de El Confidencial reside en combinación en la redacción de gente joven con periodistas de mayor expertise
La sobreinformación aparece también en el discurso de Cardero como un «mal» con el que tienen que acabar los periodistas. Los consumidores de medios y de Internet cuentan con una cantidad incalculable de información a su disposición, pero «a pesar de toda esa información, no sabemos interpretar la realidad», explicaba citando al filósofo José María Marina. Esa función de interpretación es la que deben asumir los profesionales de la comunicación para que quede al alcance del lector.
El futuro del periodismo reside, por tanto, en la inmersión del periodista en la era digital. Aunque para Cardero nos encontramos ahora mismo en la «prehistoria» de esta época, «la tecnología es un driver fundamental del crecimiento». La cualificación de los comunicadores deberá estar orientada al uso de las nuevas tecnologías, pero la formación de la agenda setting seguirá basándose en criterios editoriales y no informáticos.
