Pilar Cernuda

Pilar Cernuda: “Las redes sociales son el mejor elemento de comunicación después del teléfono y el peor utilizado”

| 6 AGOSTO 2024 | ACTUALIZADO: 8 AGOSTO 2024 6:57

Es una de las plumas más reconocidas de la prensa en España. La mirada periodística de Pilar Cernuda (Santiago de Compostela, 1948) se nutre de cinco décadas de experiencia en el oficio, que resume en su nuevo libro Lo que yo recuerdo (La Esfera de los Libros). Un viaje a su destacada trayectoria, marcada por entrevistas a personajes ilustres de la historia y la narración de acontecimientos que permanecen en la memoria colectiva.

Cernuda reconoce a DIRCOMFIDENCIAL que esta publicación, que califica de «completamente periodística», es fruto de los recuerdos sin apoyo documental, ya que «nunca he tomado notas ni tengo un diario«. Uno de los episodios que recuerda con mayor nitidez fue la entrevista a Joan Manuel Serrat, su debut como periodista, años después de interrumpir su carrera universitaria de Arquitectura.

Aquella conversación con el cantautor catalán, que significó el punto de partida profesional, nunca se llegó a publicar, ya que el director de la cabecera en la que trabajaba, la revista musical Mundo joven –la más destacada de los años 60, fue destituido obligando a cancelar todas las publicaciones pendientes.

«La mitad de los periodistas no cumple con deberes como contar la verdad, acudir donde está la noticia, hablar con los protagonistas y testigos o recoger distintas visiones».

Pilar Cernuda forma parte del grupo de cronistas que escribió las páginas de la Transición Española, periodo que califica como «el más glorioso de la historia de España, y no sólo del periodismo«. «Fue la época más apasionante de la vida en España, un milagro en el que participaron todas las ideologías de España. Una heroicidad». Una perspectiva eufórica que, no obstante, no olvida el temor al proyecto que estaba por llegar y al modo en el que se iba a materializar. «Había miedo por el desconocimiento a lo que podría ocurrir. No teníamos ni idea. Y ahí, los periodistas estábamos viviendo una aventura increíble», recuerda.

Desde entonces, han pasado casi cincuenta años y el periodismo ha experimentado transformaciones profundas. Preguntada por sus impresiones sobre el oficio en la actualidad, lo primero que destaca Cernuda es el efecto nocivo que, a su juicio, están provocando las redes sociales. Las considera como «el mejor elemento de comunicación después del teléfono y el peor utilizado». «El daño que han hecho a la sociedad es inconmensurable«, lamenta.

Su impresión es que «la mitad de los periodistas no cumple con deberes como contar la verdad, acudir donde está la noticia, hablar con los protagonistas y testigos o recoger distintas visiones; limitándose a conectarse a Internet«. «Ahí hay de todo», añade, «como digitales excepcionales, con periodistas rigurosos, y otros donde escribe quien sea, incluso a veces no son ni personas. Es inconcebible».

En la red social X, por ejemplo, hay tres cuentas falsas bajo el nombre de Pilar Cernuda con una foto de perfil de la periodista, cuando ésta aclara que nunca ha accedido a una red social. «Si no se pone coto a esto, mal irá el periodismo y la sociedad«, advierte.

La cara y cruz de su trayectoria

La autora asegura que lo mejor que le ha regalado el periodismo ha sido «la oportunidad de conocer a gente fuera de serie. A protagonistas del siglo XX y XXI», como Yves Montand, Geraldine Chaplin, Theodorakis, Miguel Ríos o Melina Mercouri, entre otros.

En la otra cara de la moneda, reconoce que los momentos más amargos narrando la actualidad los protagonizaron los atentados de ETA. Aquellos años sangrientos, recuerda, le propusieron, como a otros muchos periodistas, poner escoltas. «Me inventaba que se me caían las llaves al suelo para ver si había una bomba debajo del coche», cuenta.

Cernuda colabora actualmente en periódicos regionales firmando una crónica diaria, además de participar en Onda Cero, Televisión Galicia, Televisión Castilla y León, The Objective y, muy puntualmente, en Antena 3.

La periodista de 76 años confirma que seguirá ejerciendo el oficio «mientras los jefes me aguanten y siga manteniendo la pasión«. Eso sí, recalca que este será su último libro, ya que ahora prefiere disfrutar de mayor tiempo libre para viajar, leer o visitar museos. «Necesito tiempo para mí», concluye.