Juan-Luis-Cebrián-PrisaJuan Luis Cebrián, ex presidente de Prisa.

Prisa pide 8,2 millones de euros a El Confidencial por las informaciones sobre los Papeles de Panamá

| 13 OCTUBRE 2016 | ACTUALIZADO: 13 OCTUBRE 2016 10:17

El Grupo Prisa ha interpuesto una demanda contra Titania Compañía Editorial, editora de El Confidencial, ante los juzgados de lo mercantil por competencia desleal. La propietaria del diario El País pide daños morales y patrimoniales por un importe de 8,2 millones de euros, argumentados en las diversas informaciones publicadas en relación a los llamados ‘Papeles de Panamá’.

Conviene recordar que estas informaciones vinculaba al presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, con la petrolera del empresario iraní Massoud Zandi, Star Petroleum. Según publica El Confidencial, en la demanda, que ha sido presentada por el despacho Cremades & Calvo Sotelo, se expone que las informaciones no provienen de un tercero ajeno al mundo de los medios, sino de «un competidor directo». En este sentido, la editora de El País asegura que actualmente ambos diarios  compiten de manera directa por «el liderazgo en lo que a la información en español se refiere”.

En el texto de la denuncia se justifica que las noticias publicadas por El Confidencial afectan tanto al grupo Prisa como a su principal ejecutivo. “Este notorio vínculo determina que los ataques a D. Juan Luis Cebrián lo son, en puridad, a Prisas y a todos los medios que edita (El País y La Ser de forma principal”, se destaca en el escrito.

Del mismo modo, los abogados, que «no califica como falsos» los contratos y documentos relvelados,  exponen que la cantidad exigida inicialmente podría aumentar en el caso de que el diario de Titania publique nuevas informaciones que Prisa pudiera considerar lesivas. Aseguran además que esta cobertura han tenido un fuerte impacto en las ventas de ‘El País’ así como en las suscripciones y en la facturación publicitaria del soporte en papel y online.

Estiman que, como consecuencia de lo anterior, el grupo se ve obligado a reparar el daño moral infligido a través de una campaña publicitaria para «recuperar su imagen».