Punto muerto en la venta de acciones de Le Monde a manos de Prisa
A su llegada a la cúpula, a principios de este año, los actuales responsables de Prisa se marcaron el objetivo de romper con la etapa de Juan Luis Cebrián, reduciendo costes y desinvirtiendo en aquellas áreas de negocio consideradas no estratégicas.
Uno de los primeros asuntos a abordar fue la venta de la participación del 20% que tiene la compañía en la editora de ‘Le Monde’, tal y como avanzó en su momento El Confidencial.
Prisa aumentó su porcentaje de participación en el diario francés del 0,8% al 15% en 2005 aprovechando una ampliación de capital. Pagó 25 millones de euros por hacerse con el paquete accionarial. Ese mismo año Cebrián pasó a ocupar un puesto en el consejo de Le Monde, lo que explica el interés del grupo español en esta cabecera.
En 2010 pasó a controlar el 20% de Le Monde Libre tras asociarse con Mathieu Pigasse y Xavier Niel, dueños del 80% restante. Según informa el diario L´Express, estos inversores han mostrado interés en quedarse con la participación puesta a la venta por Prisa.
Las altas pretensiones presentadas por Prisa han hecho encallar las negociaciones
Pese a la predisposición de ambas partes a cerrar un acuerdo, las altas pretensiones presentadas por Prisa han hecho encallar las negociaciones. En concreto, la compañía comandada por Manuel Mirat pide entre 20 y 25 millones de euros por el 20% controlado, un precio que la dupla Pigasse y Niel considera excesivo.
Sin embargo, teniendo en cuenta los beneficios de 7 millones de euros y la facturación de 321,2 millones de euros generados por el grupo francés, el valor en libros sería de 122 millones de euros, en línea con el precio fijado por Prisa. Desde la compañía han rechazado hacer comentarios sobre este tema y se limitan a confirmar que hay un plan de desinversiones abierto.
Dada la falta de entendimiento, las negociaciones con los máximos accionistas de Le Monde Libre están actualmente en punto muerto, situación que ha llevado a la compañía española a tantear otros posibles compradores. En este sentido, la prensa gala apunta a Facebook, lo que convertiría a la red social en accionista de uno de los diarios más influyentes del mundo.
En el caso de llegar a plantearse seriamente esta posibilidad, la Ley sobre el Régimen Jurídico de la Prensa francesa de 1986 autoriza la venta a un actor externo de la Comunidad Europea, a condición de limitar al 20% los derechos de voto o capital sobre una compañía editora.
