The New York Times prevé que en 2018 sus ingresos publicitarios digitales superen a los de papel
En cuestión de años – de algo más de diez años- el negocio digital ha pasado de vagón de cola a locomotora en el negocio de la prensa escrita. Bien es cierto que la celeridad de esta cambia no ha sido igual en Estados Unidos que, por ejemplo, España. Aquí la gran mayoría de diarios tradicionales siguen soportando parte de su peso en la muleta del papel, cuando al otro lado del Atlántico hace tiempo que algunos se sienten preparados para correr en el entorno digital.
Sin duda el caso más paradigmático es el de The New York Times, que ha logrado hacer de Internet su hábitat natural tras un largo y esforzado proceso de reconversión.
Sus cifras digitales suponen auténticos hitos en un sector marcado todavía por el marasmo de la crisis económica. En 2017 alcanzó los 2,6 millones de suscriptores y su publicidad digital creció a un ritmo de dos dígitos, de tal forma que esta pata representa ya un tercio de los ingresos totales.
Esta circunstancia le ha permitido encaminarse hacia un punto de equilibrio entre la publicidad digital y la impresa. Una proporción que prevé romper a lo largo de este año, cuando la primera supere por primera vez a la segunda. De lograrlo, daría por superada de una vez por todas su proceso de adaptación.
Duplicar ingresos digitales
Aún así, el objetivo último de The New York Times es depender lo máximo posible del área digital. A principios de este año ya anunció que los sólidos ingresos por suscripciones digitales habían ayudado a generar una cifra de negocio de hasta 340,3 millones de dólares en 2017, en comparación con los 232,8 del año anterior.
“Creemos que sigue habiendo una gran oportunidad para continuar ampliando nuestro alcance de suscripción y continuaremos invirtiendo en áreas del negocio que nos permitirán lograr ese crecimiento”, afirmó Mark Thompson, presidente y director ejecutivo de la compañía, en la presentación de resultados
«A finales de 2015 nos fijamos el objetivo de duplicar nuestros ingresos digitales puros, de 400 a 800 millones de dólares, y establecimos un plazo de cinco años para lograrlo», continuó el ejecutivo. Al cierre del 2017 ya habían superado los 600 millones.