Unidad Editorial

Unidad Editorial sopesa ajustes mínimos para cumplir con el presupuesto

| 14 ABRIL 2020 | ACTUALIZADO: 15 ABRIL 2020 10:53

Son días de negociaciones en Unidad Editorial. La editora de El Mundo, Marca y Expansión ha mantenido en las últimas semanas varios contactos con los representantes sindicales para determinar las condiciones del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) planteado por el impacto económico del coronavirus.

La intención de la compañía pasa por aplicar unos ajustes mínimos que permitan cuadrar el presupuesto anual y digerir la situación actual, marcada por la caída a plomo de la publicidad, realidad que también están viviendo en la matriz italiana.

A la espera de recibir una primera propuesta, desde el comité reclaman que el sacrificio se reparta de forma progresiva, incluyendo a la directiva. Pocas plantillas están tan familiarizadas con los recortes como la de Unidad Editorial, que lleva años desarrollando su trabajo en un régimen de austeridad.

Una política de ahorro y eficiencia dictada desde Italia que se remonta a finales 2016, cuando Urbano Cairo tomó las riendas de RCS Mediagroup. El empresario implantó al poco de su llegada una economía de guerra que ha obligado a apretarse el cinturón tanto en costes de impresión como en la cobertura de bajas.

La aplicación a rajatabla de estas medidas han contribuido a enderezar las cuentas de Unidad Editorial, que ha cerrado los últimos ejercicios en positivo. Sin ir más lejos, en 2019 registró un resultado operativo EBITDA de 48,3 millones de euros, resultado que supuso una ligera mejora respecto al año anterior, gracias fundamentalmente al ahorro de más de 50 millones de euros en ajustes operativos logrado en todo el grupo.

La evolución descendente en el negocio de estos años no ha hecho sino demostrar la importancia de una revisión continua en la estructura de costes de RCS. Tanto a la hora de mejorar su resultado como de reducir su deuda neta, que cuando llegó Cairo era de 430 millones de euros. De hecho, en tres años el pasivo se ha reducido significativamente, hasta cerrar el 2019 en 131,8 millones de euros. Dicho de otro modo, el apalancamiento se ha reducido más de la mitad bajo su gestión.

Por extensión, sin ajuste de los costes Unidad Editorial no hubiera podido reducir sus pérdidas, puesto que sus ingresos han descendido casi un 8% desde 2016. De los 318,3 millones de euros facturados ese ejercicio pasó a los 295 millones en 2019, cifra esta última que representó un descenso interanual del 5,1%.

Por áreas, la editora de El Mundo ingresó 106,6 millones de euros por su circulación, frente a los 112,5 millones del 2018. El negocio publicitario aportó 127 millones de euros, un 7,8% menos que en 2018, mientras que los ingresos diversos, donde se incluye la gestión de la licencia televisiva y eventos, llegaron a 61,4 millones (+0,9%).

Supresión temporal de las revistas durante la crisis

Una de las medidas que ha adoptado Unidad Editorial frente a la crisis del coronavirus es la paralización de algunas publicaciones. Entre ellas Yo Dona, el suplemento de moda, tendencias y estilo de vida de El Mundo, que desde esta semana dejará de salir a los quioscos, según ha anunciado su directora.

Otra de las publicaciones que ha quedado en aparcada temporalmente es Metrópoli, la guía de información cultural y ocio que se distribuye junto a la cabecera semanalmente. Dada la suspensión de actividades de entretenimiento, los responsables editoriales del grupo han decidido dejar de editarla en papel mientras perdure el estado de alarma y no se reanude la agenda cultural.