Vocento se fija en La Voz de Galicia tras la ocasión perdida con Zeta
El sector de la prensa bulle ante la inminente resolución del proceso de venta del Grupo Zeta, que a falta de un anuncio oficial puede darse por hecho. Las ‘asumibles’ condiciones económicas bajo las que se ha firmado el principio de acuerdo con Prensa Ibérica -que incluye una quita del 70% de la deuda- ha llevado a otros editores a lamentarse por la oportunidad perdida.
Entre ellos Vocento, que mantuvo negociaciones con Zeta pero se retiró de la puja a principios de octubre por las exigencias económicas de los vendedores, que en ese momento no escuchaban ofertas por debajo de los 50 millones de euros. No en vano, su retirada propició que la banca tutelara la venta con vistas a cerrarla lo antes posible. Esta circunstancia, a su vez, ha facilitado el que la compañía de los Asensio haya terminado en manos de Javier Moll por 30 millones de euros.
Lógicamente, la forma en que se ha resuelto el proceso ha contrariado en la casa del ABC donde, tras dejar pasar la ocasión de hacerse con un conjunto de activos con buen encaje en el perímetro de su negocio, se ha puesto un nuevo objetivo en el punto de mira.
En esta ocasión se ha centrado el tiro nada menos que en La Voz de Galicia, el cuarto diario generalista más leído en España. El nombre del diario regional se puso encima de la mesa del consejo de Vocento hace unas semanas. De hecho, se planteó como una opción de negocio a perseguir o, cuando menos, a sondear dado que se ajusta a sus interés. Preguntado por este asunto, un portavoz de Vocento ha desmentido este interés.
Según la información recabada por este medio la idea tuvo una tímida acogida entre los miembros del órgano ejecutivo de la editora vasca, si bien se acordó iniciar un primer acercamiento a La Voz de Galicia. Así, se ha transmitido este interés inicial a los responsables de la cabecera gallega, que aunque de momento no se plantean vender sí han prestado atención.
Cabe recordar La Voz de Galicia trabaja actualmente a contrarreloj para poner en marcha lo antes posible el cobro por contenidos digitales. En un primer momento estaba previsto dar el paso a finales de marzo, pero la importancia del mismo y, principalmente, la convocatoria de elecciones ha obligado a retrasar los plazos.
En el marco de esta estrategia se decidió integrar las redacciones de papel y digital a principios de año. Estas primeras semanas estuvieron marcadas además por la negociación del nuevo convenio colectivo del diario, que llegó a provocar un profundo desencuentro entre la empresa y la plantilla debido a unos despidos sorpresa.
