De izquierda a derecha: Juanma Moreno, Juan Espadas, Macarena Olona, Inmaculada Nieto, Teresa Rodríguez y Juan Marín

¿Cómo comunican los candidatos a las elecciones de Andalucía?

| 15 JUNIO 2022 | ACTUALIZADO: 16 JUNIO 2022 11:53

Andalucía acude este domingo a las urnas tras una campaña que vuelve a poner de manifiesto la importancia de gestionar una adecuada estrategia de comunicación política. Los equipos de campaña de los seis principales candidatos a estos comicios cuidan al milímetro componentes comunicativos como el tono, la intensidad o la carga emotiva hasta lograr confeccionar un relato redondo y coherente, capaz de traducirse en votos. Los expertos coinciden en que, en términos de comunicación, la campaña andaluza no está aportando relevantes novedades, en un marco electoral que sí se puede calificarse de insólito.

La presidenta de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), Verónica Fumanal, considera que “no estamos viendo ninguna novedad, ninguna acción sorprendente que suponga un antes y un después, en un momento en el que partidos políticos necesitaban un empuje de movilización. Por eso creo que [los candidatos] podrían haber arriesgado un poco más”. 

Verónica Fumanal, Jordi Rodríguez-Virgili y Verónica Crespo

En esta línea, el profesor de Comunicación en la Universidad de Navarra y Vicedecano de su Facultad de Comunicación, Jordi Rodríguez-Virgili, señala que la campaña se está produciendo “sin excesivas sorpresas, relativamente átona, sin estridencias ni ruidos. Los debates no han movilizado mucho”. En su opinión, esta situación en este contexto, “beneficia al candidato Moreno Bonilla”.

La comunicación política cobra extraordinaria relevancia en un paisaje político descrito por algunos especialistas de excepcional. La doctora en Comunicación, Verónica Crespo, señala que “estamos acostumbrados en los últimos años a que haya poco trasvase de votos entre bloques y aquí parece que sí va a haber, de votantes de la izquierda a la derecha”. Para Crespo, este fenómeno, “es una muestra más de que la comunicación en las campañas funciona”.

Juanma Moreno, líder con un discurso confiable y moderado

El candidato del Partido Popular es el líder al que las encuestas le otorgan una holgada victoria, hasta rozar la mayoría absoluta. Una privilegiada posición que concuerda con la que los expertos le ubican en el plano comunicativo.

Entre sus puntos fuertes destaca, según los especialistas consultados, su imagen de moderación, amable, confiable y naturalidad. Rodríguez-Virgili afirma que “compatibiliza muy bien su perfil institucional y presidencial, de traje y corbata en el debate, con el cercano y el estilo desenfadado, con zapatillas y camisa».

Verónica Fumanal comenta que “muchos dicen que las elecciones no las ganan los candidatos sino que las pierde el gobierno. Esta campaña de Juanma Moreno está orientada a no perder. Es conservadora, no en sentido ideológico, sino estratégico. No levanta la voz ni quiere figuras del partido de fuera, salvo contadas excepciones”. Esa línea personalista es, para Crespo, una clave de su campaña que apuesta por mantener “poca presencia de las siglas, lo que es muy positivo”.

La principal debilidad del candidato popular en su comunicación es su actitud esquiva a la hora de aclarar si va a pactar con Vox, opinan los expertos. “Esa falta de respuesta, que él sabe que no la puede dar, es lo que le faltaría para tener una campaña muy redonda”, dice Fumanal.

Juan Espadas, un desconocido candidato en el tradicional bastión de su partido

Los expertos en comunicación política consultados coinciden en que la característica más destacable del candidato socialista es el desconocimiento de su figura en plena campaña. Una percepción que se achaca a la estrategia de comunicación.

Verónica Crespo cree que “en comparación con Juanma Moreno, Espadas es menos conocido”. “En su campaña”, indica, “las siglas resaltan por encima del candidato en los carteles y en sus discursos recurre a las esencias del partido para movilizar a su electorado. Pero la movilización no les está yendo bien”.

Verónica Fumanal explica que, al margen de su figura, tampoco se conoce su estilo de liderazgo respecto a Susana Díaz, quizás por falta de tiempo. “Cuando llegó a ser líder”, dice, “él no era diputado del Parlamento andaluz, una caja de resonancia muy importante. Por otro lado, sólo ha tenido dos espacios para confrontar con Moreno Bonilla, que han sido los dos debates. Además, el PSOE no ha llevado a sus mítines a ninguno de sus presidentes”. “Creo que es una debilidad tremenda”, concluye.

Entre sus fortalezas, Rodríguez-Virgili destaca su “imagen de afabilidad y moderación. Cuando tiene que jugar un papel agresivo, no le sale natural”. Crespo resalta su “capacidad para apelar a los valores culturales de la izquierda, el feminismo o los derechos sociales”, en un territorio en el que, según Fumanal, “el PSOE tiene una maquinaria muy potente”.

Macarena Olona, la comunicadora vibrante

Los atributos identificados por los expertos de la líder de Vox están vinculados a términos relacionados con la fuerza y el vigor, aunque se plantean dudas sobre si es más apropiado enmarcarlos en las fortalezas o las debilidades. Fumanal comenta que “su punto fuerte es el mismo que el débil. Tiene una personalidad fortísima. Ese arrojo o vehemencia puede ser percibida como signos de agresividad o soberbia. En el debate intentó al principio hablar de manera suave, con un discurso tranquilo, y a medida que se fue calentando, se mostró más agresiva. En un candidato esa cualidad es negativa”.

Rodríguez-Virgili opina que “para lo bueno y lo malo, se presenta como protagonista. A nivel nacional, combina bien el estilo agresivo con el irónico y alegre, a veces lo hace de manera brillante, pero en campaña quizás le falte más ese lado irónico y alegre. Se presenta con una excesiva teatralización, una sobreactuación, donde no se le ve cómoda. En el primer debate la vi forzada y con un lenguaje no natural”.

La doctora en Comunicación, Verónica Crespo, reconoce que a muchos expertos «nos llamó la atención las ausencias de Olona la semana pasada en agendas públicas, en los debates y en medios de comunicación, tras el primer debate entre candidatos. En vídeos figura con una campaña muy personalista. Le han intentado dar protagonismo”.

Inmaculada Nieto, ejemplar en su autenticidad y naturalidad

La líder de la formación Por Andalucía, según el profesor Rodríguez-Virgili, “transmite serenidad, naturalidad con su sonrisa, se muestra amable, suele ir de blanco, color de la inocencia, pero le falta fuerza, carácter, un poco de punch”.

Por otro lado, la presidenta de la principal asociación de comunicación política considera que “tiene una autenticidad que me recuerda a Mónica García. Se nota que no vienen de una larga trayectoria política y dicen las cosas desde el corazón”.

Sabe conectar bien con su electorado, aunque la izquierda no está demasiado movilizada”, opina Verónica Crespo.

Teresa Rodríguez, carismática representante de la izquierda clásica

La candidata de Adelante Andalucía es una líder que los especialistas la califican de “carismática”, “auténtica”, “llana”, “campechana”, “representante de la izquierda clásica y no urbanita”, “honesta con su ideología” y “experimentada”.

La doctora Verónica Crespo considera que “está haciendo una muy buena campaña y que, respecto al inicio, ha ganado mucha fuerza. Ha registrado una evolución notable”. Verónica Fumanal resalta su habilidad para “comerse la cámara, sabe captar su atención”. Estas dos analistas coinciden en que el peor enemigo de su propuesta no proviene tanto de aspectos comunicativos, sino de la “delicada” situación en la que se presenta la izquierda en estos comicios marcados por la “fragmentación” y la “división”.

Por el contrario, el profesor Rodríguez-Virgili sí considera que la líder de Adelante Andalucía muestra debilidades en su comunicación. En su opinión, “tiene un punto histriónico. Ante la necesidad de hacerse notar, muestra cierta radicalidad en las formas, con enfrentamientos o descalificaciones, que a veces generan rechazo”.

Juan Marín, la serenidad de un candidato entre las cuerdas

Ciudadanos, el partido que según las encuestas se juega su permanencia en el Parlamento andaluz, apostó por repetir el liderazgo de Juan Marín. Un líder al que los analistas consultados por este medio le recomendarían apostar por una estrategia de comunicación más ambiciosa.

Por un lado, Verónica Crespo piensa que Marín “tiene que dejarse la piel ya que todo el partido se la juega en estas elecciones. Sin embargo, a nivel de comunicación no está siendo demasiado acertado. Podría arriesgarse mucho más. Su vídeo electoral, su foto en la piscina, no han tenido impacto”.

Verónica Fumanal considera que “no está haciendo una campaña mala. Su mensaje en esta campaña, al contrario que Igea o Aguado, es clarísimo. Sin embargo, tiene un adversario brutal que son las expectativas. Nadie quiere tirar su voto a la basura y, por eso, debería estar luchando con más intensidad con esa falta de expectativas”.

Jordi Rodríguez-Virgili defiende que es un “candidato conocido que no tiene problemas de visibilidad. Es espontáneo y simpático, aunque esa imagen que él da, funciona más para la política municipal. Le falta quizás un punto de seriedad, mayor perfil de Comunidad Autónoma”. “Ejerce bien su papel de fiel escudero, pero le falta colmillo”, concluye.