El PP desvía la atención mediática con una maniobra comunicativa

| 26 MAYO 2016

Durante los últimos días se han publicado una serie de informaciones que, de un modo u otro, han afectado al Partido Popular. Esta cascada informativa no ha pasado desapercibida entre los jefes de campaña, que se muestran preocupados ante la posibilidad de que estas revelaciones puedan perjudicar su imagen de cara a las elecciones del próximo 26 de junio.

El lunes el diario El País desveló el contenido de una carta escrita por Mariano Rajoy y dirigida al jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker. En la misiva, el presidente en funciones se comprometía con Bruselas a acometer nuevos ajustes después de estas elecciones: “En la segunda mitad del año, una vez que haya un nuevo Gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas”. Una afirmación que se contradice con su discurso público, donde ha descartado reiteradamente esta posibilidad.

Ese mismo día también se conocía que el Partido Popular debía pagar 1,2 millones de euros en diez días (desde el lunes) en concepto de responsabilidad civil por su caja b. Aunque la vicesecretaria de Estudios y Programas del partido, Andrea Levy, aseguró que no es una multa ni una condena, la información fue recogida por todos los medios de comunicación nacionales.

El Comité de Campaña del PP decidió anunciar el debate a cuatro para relegar a un segundo plano las informaciones negativas

El otro episodio reseñable tuvo lugar este martes, durante la presentación de los cabezas de lista de la formación para el 26-J. Minutos después que llegara Mariano Rajoy en compañía de María Dolores de Cospedal y Cristina Cifuentes, un espontáneo irrumpió en el acto de precampaña y, antes de que fuera detenido, tuvo tiempo de gritar «el PP sois una mafia».

En respuesta a estas informaciones, los jefes de campaña del Partido Popular decidieron adelantarse este miércoles a la actualidad convocando una rueda de prensa en la sede central de Génova, en Madrid. Lo hicieron a una hora infrecuente (a las 14) para comunicar que Mariano Rajoy sólo aceptará acudir a un debate a cuatro, es decir, en el que intervengan Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos). Por el contrario, rechazaba participar en un enfrentamiento cara a cara con el candidato socialista, como el que se organizó en las pasadas elecciones y emitió La1. Pablo Casado, el vicesecretario de comunicación del partido, fue encargó de anunciar la decisión.

Fuentes próximas al partido popular cuentan que Casado recibió a los periodistas por decisión de Jorge Moragas, el jefe de campaña del partido. Le ordenó que bajase a comparecer ante la prensa en mitad de la reunión del Comité de Campaña para que transmitiese la ‘no noticia’. Según explican, no había motivos para convocar la rueda. La pregunta entonces es, ¿por qué lo hizo? Por una razón: para que la propuesta del debate a cuatro se convirtiese en la noticia del día.

Así fue. Todos los medios, desde los diarios hasta las televisiones, llevaron la información a sus ediciones y relegaron el resto de noticias negativas a un segundo plano, como fue la posterior decisión de Mariano Rajoy de no viajar a Valencia durante la precampaña. De hecho, dada la hora de la convocatoria, la informativos de las televisiones aprovecharon para conectar en directo desde Génova. De esta esta forma, Moragas habría logrado desviar la atención mediática con una maniobra de comunicación que le permitió colocar el mensaje ideado por el Comité de Campaña.