PROA: “Somos el proveedor ideal para filiales de multinacionales y para la empresa mediana española”
En PROA tienen muy presente su ADN como empresa boutique. Tras once años asesorando de cerca a clientes nacionales e internacionales, sus responsables se reafirman en la importancia de un servicio personalizado y de alta calidad como sello de
identidad.
“El motivo por el que creamos PROA era convertirnos en un socio estratégico para fortalecer la reputación de las empresas e instituciones y que esto tuviera un impacto para el negocio de los clientes en un entorno cada vez más incierto, exigente y cambiante”, señalan sus socias directoras Lucía Casanueva y Valvanuz Serna en una entrevista con DIRCOMFIDENCIAL.
Un enfoque que cuenta con el respaldo del mercado, como demuestra la evolución de la firma, que creció un 16% en un 2020 plano para muchas consultoras por el impacto de la crisis sanitaria en el negocio.
Su nivel de negocio se ha visto favorecido por la incorporación de nuevos clientes a un portfolio que incluye desde empresas cotizadas a otras de tamaño medio; un nicho, este último, en el que están especializados. Y aunque todavía se consideran pequeños, la mayoría de nuevos clientes acuden a la firma prescritos por otros.
“Somos el proveedor ideal para la empresa mediana española con un tramo de facturación amplio, entre 70 y 700 millones de euros. Tenemos grandes joyas nacionales en todos los territorios periféricos, muchas de ellas de carácter familiar, donde la función de la comunicación se reconoce indispensable pero no está del todo desarrollada y el trabajo de PROA puede tener un impacto muy positivo para entender mejor la sociedad en la que vivimos y la conversación, generar contenidos adaptados y gestionar de forma eficaz las relaciones”, reconocen.
La firma creció un 16% en un 2020 plano para muchas consultoras por el impacto de la crisis sanitaria en el negocio
Algunas cuentas recientes las han ganado en concurso, un mundo al que la consultora sólo se acerca cuando tiene garantías de que el proceso es transparente. “La experiencia es un grado y nos interesa que sea un concurso real, no uno cosmético. Si tenemos la más mínima sospecha de que está preseleccionado no participamos”, asevera Casanueva.
Aspiran a crecer un 25% en 2021 pero siendo fieles a un servicio de alta calidad, personalizado y con consultores que aporten asesoramiento estratégico y de alto valor añadido a los clientes. Nuestro servicio está basado en la confianza. Conscientes de los recursos que requiere gestionar adecuadamente una cuenta, sostienen que “no queremos rotar el equipo de consultores que prestan el servicio a cada cliente, y eso al final también tiene un efecto sobre la capacidad de crecimiento que tenga el negocio. No queremos ser muy grandes; queremos ser muy buenos y vincularnos a la excelencia”.
Aunque lo que más les demandan son servicios de comunicación externa, la pandemia ha propiciado un mayor peso de la comunicación interna dentro de su actividad. A este respecto, Antonio García Villanueva, consultor senior de la firma, comenta que “ha sido una parte fundamental de las compañías y hemos tenido que desarrollar planes de comunicación ad hoc”. Estrategia que, en su opinión, debe guardar una absoluta coherencia con el mensaje que se lanza a los grupos de interés de puertas para fuera.
Convencidos del propósito de ser un departamento externalizado para aquellas organizaciones que no tienen un equipo de comunicación interno, su forma de trabajar implica una colaboración estrechísima con el cliente. “Hacemos una propuesta de comunicación y la vamos cumpliendo demostrando el impacto que tiene sobre la cuenta de resultados la gestión de todos los activos intangibles, como son la comunicación, la reputación y la marca”, explican sus fundadoras.
«Las empresas necesitan sintonizar con la ciudadanía, que son los clientes, las autoridades, los empleados y los accionistas. Los individuos han potenciado su individualidad y tienen un papel muy importante en la toma de decisiones y se han vuelto exigentes, no sólo en los servicios que consumen, también en los valores que le exigen a las empresas. Además, los ciudadanos son cada vez más activos en las distintas plataformas y redes sociales generando conversación y las empresas deben conectar ahí con ellos. En PROA ayudamos a las empresas a entender la conversación, el contexto y la forma más eficaz de moverse en entornos cada vez más complejos y cambiantes», añaden al respecto.
“En este contexto complicado el cliente no quiere quedarse relegado y demanda de nosotros una actitud. Espera que seamos creativos y frescos en el abordaje de los temas y que hagamos uso de la tecnología. Esta última ha permitido no solo la creación de nuevos canales y herramientas para llegar a un público cada vez más sofisticado, sino también analizar como nunca antes el retorno de la inversión”, señala Valvanuz Serna.
Lejos de ver como algo positivo el proceso de rotación de cuentas que vive el sector como consecuencia de la revisión presupuestaria de muchas empresas, desde PROA lo consideran poco beneficioso. “Es sintomático de que la relación no funciona, porque cuando un cliente se siente satisfecho no está mirando cambiar de proveedor. Da mala imagen en el sentido del aporte estratégico y consultoría que se presta”.
Nuevos perfiles
El crecimiento de PROA también se manifiesta a nivel estructural. En los últimos meses ha incorporado a sus filas perfiles como el del propio García, procedente de Estudio de Comunicación; Cristina Marcén, ex directora de Relaciones Institucionales de Indra; o Myriam Gómez, ex dircom de Deutsche Bank España. Todo con el objetivo de conformar un equipo de profesionales experimentados. La firma cuenta actualmente con doce consultores y está en proceso de ampliar el equipo.
Además de ofrecer un “diagnóstico preciso” al cliente, lo más importante para la consultora es su capital humano. Precisamente, es en el talento donde más están apostando a nivel formativo, ofreciendo un plan de carrera a largo plazo. “Remuneramos a todo el que genera negocio ya sea becario o director de cuentas, por lo cual tenemos el firme propósito de remunerar el emprendimiento, porque huimos de la rotación que hemos vivido en las grandes empresas de comunicación”, remarcan sus fundadoras.
En este sentido, aseguran que PROA plantea sus relaciones con los clientes como un aliado estratégico, ya que “si al cliente se le cambia constantemente al equipo de profesionales a su servicio la relación se pervierte”.