PUBLIC se apoya en sus campañas creativas para impulsar el lobby

| 25 MAYO 2021 | ACTUALIZADO: 26 MAYO 2021 8:55

El objetivo era mejorar la reputación del sector del plástico y, para ello, PUBLIC by Shackleton ha inaugurado una nueva fórmula de influir en los legisladores. A través del “The Plastic Museum”, la agencia ha puesto por primera vez las herramientas de la creatividad al servicio de los asuntos públicos

Tal y como informó DIRCOMFIDENCIAL el pasado 11 de mayo, EsPlásticos, la principal asociación del sector de los plásticos, se puso en contacto con PUBLIC by Shackleton para confeccionar un proyecto que trabajara en la reputación de los plásticos con un fin último: poder influir en la futura regulación.

La agencia puso en marcha “The Plastic Museum”, un museo de plástico y para el plástico. Todo el espacio (paredes, suelos, puertas…) estaba hecho de plástico, al igual que todos los objetos expuestos: desde un brazo biónico a un respirador o una impresora 3D. El objetivo era poner de relieve la importancia de este material en nuestras vidas.

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El día 17 de mayo (9 días después de su clausura) el museo fue desmantelado por completo para ser todo reciclado y ser transformado en otras piezas, como botes de lápices, palas de playa… etc. Cada una de esas nuevas creaciones llevará impresa la siguiente frase: “Yo antes era un museo”.

Influir en la opinión pública para influir en los decisores

Abelardo Bethencourt, director general de PUBLIC by Shackleton, explica la importancia de influir en la ciudadanía para hacerlo, después, en los legisladores que toman las decisiones: “Esto es así porque los decisores se ven cada día más condicionados por la opinión pública”. Así las cosas, “si queremos influir en la regulación debemos también poder incidir en la opinión pública con grandes campañas de comunicación”.

Lo peculiar de esta campaña es que las herramientas de marketing se han dirigido a los ciudadanos en general, sean o no consumidores, para influir en la opinión pública

Lo peculiar de esta campaña, destaca, es que las herramientas de marketing se han dirigido a los ciudadanos en general, sean o no consumidores, para influir en la opinión pública: “Cuando se une un equipo de especialistas en asuntos públicos con un equipo creativo publicitario se diseñan acciones que impactan en los ciudadanos para poder influir en los reguladores”.

Ante relatos imperantes como “el plástico es malo” que se traducen en regulaciones negativas para el sector, “se necesita construir relatos alternativos que lleguen a los medios de comunicación para impactar a la ciudadanía”, añade Bethencourt.

Una campaña innovadora

La campaña de PUBLIC by Shackleton ha sido totalmente innovadora en el mundo de los asuntos públicos, que siempre se ha visto como el lobby tradicional, capaz de influir sobre el decisor de manera más discreta: “Eso sigue siendo necesario, pero en algunos casos no es suficiente”, advierte el director general de la agencia.

El museo del plástico fue inaugurado por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y visitado por diputados del PSOE, el PP y Ciudadanos. El objetivo de EsPlásticos, por tanto, quedó cumplido, al generarse “una conversación muy positiva” con el decisor político.

“The Plastic Museum” logró un alcance total de 61,5 millones de receptores

En cuanto al impacto de la campaña, los números tampoco dejan lugar a dudas: “The Plastic Museum” logró un alcance total de 61,5 millones de receptores, un Valor Publicitario Equivalente de 1,1 millones; y generó 30.000 interacciones y 520.000 visualizaciones. En cuanto a las menciones, obtuvo 126 en la prensa escrita, 5 en televisión y 8 en radio.