«Todas las empresas estamos sometidas a una enorme presión por la desinformación»

| 17 AGOSTO 2022 | ACTUALIZADO: 27 MARZO 2023 13:58

La desinformación constituye uno de los mayores desafíos de los países democráticos en los últimos años. La enorme y rápida penetración de las noticias falsas en la sociedad provoca desestabilización de sistemas políticos, impacta en la manera de consumir, afecta a los estados de opinión y es determinante en el posicionamiento de las organizaciones

Esta amenaza de nuestro siglo es minuciosamente analizada en La nueva desinformación: veinte ensayos breves contra la manipulación, el libro de Ignacio Jiménez Soler, Director General de Comunicación de Endesa y Dircom de Enel Group Iberia, con quien charlamos en DIRCOMFIDENCIAL. 

El autor de la obra defiende que la desinformación es “uno de los temas más serios y graves que tenemos que afrontar tanto la sociedad como los expertos en comunicación institucional y periodistas. Es un problema crónico que no se va a solucionar”. 

Jiménez Soler considera que es esencial asumir “determinados compromisos y responsabilidades” para aminorar los efectos de este fenómeno. “Si no aplicamos estas fórmulas”, advierte, “seguiremos viviendo muchos episodios, que no sólo afectan al plano geopolítico, sino también a marcas, imagen y reputación”. 

En el libro, el autor argumenta que la desinformación no es nueva. Señala que “siempre ha existido. El crecimiento exponencial de ahora, casi diría imparable, tiene que ver con la proliferación de identidades digitales y automatización de procesos, que agranda corrientes de polarización. Hay una industria de la desinformación”.

«La desinformación no tiene un sujeto culpable concreto. Todos formamos parte de la efectividad del bulo».

¿Es la regulación una de las claves para combatir la desinformación? El periodista considera que “no creo que sea la manera para parar este fenómeno. Puede acotar algunas prácticas, sobre todo las que se producen bajo el paraguas de malas prácticas, no creo que sea una solución”. 

Hay tres vías para luchar contra las fake news, a su juicio. La primera, “realizar un ejercicio de corresponsabilidad. La desinformación no tiene un sujeto culpable concreto. Todos formamos parte de la efectividad del bulo. Somos corresponsables quienes lo distribuimos”. 

Por otro lado, considera que es clave la alfabetización mediática. “En España”, explica, “vamos a la cola, es una gran asignatura que ayudaría a que las nuevas generaciones vengan con criterios más sólidos sobre lo que es la información y lo que no”. Por último, defiende apoyarse en nuevas tecnologías “para bloquear consignas que generan fake news”. 

El dircom de Endesa España considera que todas las compañías, independientemente de su dimensión y sector, “estamos sometidas a una enorme presión por la desinformación. Ninguna está exenta de que alguien pueda difundir alguna consigna errónea o falsa que pueda impactar a nivel reputacional”. 

El autor reconoce que le da “mucho coraje comprobar que cuando se habla de desinformación solo se hable de noticias falsas generadas por un grupo concreto, cuando realmente está presente en toda la cadena de comunicación”. 

En La nueva desinformación: veinte ensayos breves contra la manipulación, Jiménez Soler abre distintas ventanas de reflexión para asegurar el predominio en la sociedad de la información veraz, rigurosa y de calidad