Gabriel González-Andrío: Sin relevo generacional creativo

| 16 OCTUBRE 2015 | ACTUALIZADO: 16 OCTUBRE 2015 10:31

Mi memoria publicitaria se remonta a 1992, año en el que empecé a especializarme en el mundo del apasionante sector de la publicidad. Para mí era un mundo por descubrir, aunque curiosamente en mi currículum destaqué como una de las opciones de trabajo la creatividad publicitaria. Algunos me miraban con escepticismo: “¿un periodista metido a creativo?”. Pues así fue. Y hasta 2011 puedo decir que hice un auténtico MBA en este mundo de agencias creativas, marcas, festivales, premios, concursos, etc.

Pude conversar con los mejores profesionales del mundo. Escribí un libro sobre el mejor talento creativo de los 90 en España. Me empapé durante años de la mejor creatividad mundial en Cannes Lions Festival. Aprendí mucho de todos.

Han pasado unos años y observo con preocupación que no acabo de ver un relevo generacional claro de los Toni Segarra, Miguel García-Vizcaíno, Juan Mariano Macebo, Nico Hollander, Antonio Montero, José Luis Esteo, Carlos Holemans, José Mª Lapeña, etc. Todos ellos marcaron una época en nuestro sector. La pregunta es ¿dónde está el relevo creativo? No lo veo.

Es cierto que hay talento fresco. Ahí están Mónica Moro, Juan Silva, Manuel Montes, Judith Francisco o Jon Lavin. Son muy buenos, no hay duda. Pero me temo que no han logrado convertirse en una generación ‘inmortal’. Creo que hay un espacio, un gap, que no se ha conseguido llenar.

Me refiero a todo ese nuevo talento joven que ha desfilado hacia el Aeropuerto Adolfo Suárez en busca de una oportunidad. Algunos han recalado en Londres, otros han terminado en Latinoamérica (Chile, México, Perú, Colombia, etc) y los más osados han dado con sus huesos en Asia.

Quizá muchos se fueron con billete de vuelta, pero no creo que vuelvan al menos hasta que España no dé más señales de mejoras reales. Sueldos raquíticos y horarios maratonianos no parece que sean un buen reclamo para los emigrados.

Me parece fantástico que esa generación haya optado por marcharse. Casi siempre se cumple aquello de que nadie fue profeta en su tierra. Espero que más pronto que tarde empecemos a fichar a estos españolitos con el mismo alarde (y salario) que se hizo con no pocos argentinos.

Lo que tengo muy claro es que este país ha perdido mucho talento por el camino y mucho tendrá que cambiar el panorama económico si queremos recuperar el tiempo y el talento perdido.