Coca-Cola-campaña-publicidad_opt

Coca Cola y Unilever se suman al boicot publicitario a las redes sociales

| 27 JUNIO 2020 | ACTUALIZADO: 30 JUNIO 2020 9:17

El boicot a las redes sociales por parte de grandes marcas multinacionales está empezando a crecer a marchas forzadas. Este movimiento empezó hace unos días en Estados Unidos. Varias asociaciones de aquel país protestaron por que Facebook no atajaba sus discursos de odio, en un momento de gran sensibilidad racial tras la muerte por George Floyd a manos de la policía.

Respondieron en un primer momento a este llamamiento marcas como Eddie Bauer, The North Face, Patagonia, REI o Verizon; que decidieron la semana pasada suspender su inversión publicitaria en Facebook desde el mes de julio y hasta que esta plataforma no empiece a combatir los contenidos de odio que se vierten en ella cada día.

Día tras día se han ido sumando grandes marcas en Estados Unidos a este boicot, que ahora se ha ampliado a otras redes sociales, como Twitter. Así lo ha decidido, por ejemplo, Coca Cola, que ha anunciado que suspende su inversión publicitaria en las redes sociales durante al menos 30 días.  «Aprovecharemos este periodo para reevaluar nuestras políticas publicitarias y determinar qué revisiones se necesitan. También esperamos una mayor responsabilidad y transparencia de nuestros socios de redes sociales», ha dicho en un comunicado el consejero delegado de Coca-Cola, James Quincey. «No hay lugar para el racismo en el mundo y no hay lugar para el racismo en las redes sociales».

También se han adherido a este boicot Unilever, uno de los mayores anunciantes del mundo. En su caso, va a detener su inversión publicitaria en Facebook, Instagram y Twitter hasta finales de año, como mínimo. Esta multinacional trasladará los presupuestos publicitarios asignados a las plataformas hacia otros medios, por lo que su inversión en compra de medios no se verá afectada.

En total, un centenar de marcas se han sumado a este boicot publicitario, movimiento que se restringe de momento a Estados Unidos.

En cualquier caso, no es la primera vez que las redes sociales se ven sometidas a boicots por parte de grandes marcas. Ya ocurrió en 2017 con YouTube. En su caso, grandes anunciantes detuvieron su inversión en la plataforma por razones muy parecidas a las actuales: no atajar contenidos violentos y de odio en sus vídeos.

No obstante, estos boicots no han golpeado significativamente las cuentas de resultados de las redes sociales en el pasado, pues el grueso de sus ingresos procede de miles de pequeños negocios que invierten cantidades modestas, pero que sumadas todas ellas dan lugar a un negocio multimillonario.