Criteo continúa con su año de transición y acusa un descenso del 6% en sus ingresos en el tercer trimestre
Criteo ha recibido varios golpes en los últimos meses que le han obligado a replantearse su modelo de negocio.
El primero de ellos fue hace justo un año, cuando Apple implantó su denominado Intelligent Tracking Protection (ITP) en su navegador Safari, iniciativa que ponía coto a los rastreadores (trackers) de cookies, como Criteo, especializada en el retargeting. Esta función se puede desactivar, pero Apple la impuso por defecto en el navegador.
Esto provocó que la actividad de Criteo en los dispositivos con Safari se desplomara prácticamente de un día para otro. La decisión de Apple tuvo un efecto negativo en las cuentas de la empresa francesa de 26 millones de euros el año pasado.
Ahora, es Mozilla el que quiere implantar en enero del año que viene una solución similar al ITP de Apple. En torno a un 4% de los ingresos de Criteo podrían estar en juego tras la decisión de ese navegador, que tiene una participación de mercado del 5%, aproximadamente.
Para mitigar estos golpes al negocio de Criteo, la tecnológica está transformándose con el objetivo de depender cada vez menos de la cookies. En su lugar, apuestan por hashed-email, CRM data o mobile application ID. Todo ello con el fin de poder seguir sirviendo anuncios relevantes a las audiencias digitales.
Otra de las complicaciones que le han surgido recientemente a Criteo es la decisión de Facebook de dejar de considerar a la compañía francesa como partner, por lo que no podrán probar con carácter previo los productos de la red social. Ello no impide que pueda seguir comprando inventario en Facebook. En este caso, la red social aporta en torno al 3% de los ingresos de Criteo.
Finalmente, la entrada en vigor el pasado mes de mayo del Reglamento de Protección de Datos también ha tenido impacto en Criteo, como para cualquier otra compañía que opera con información personal en Internet.
Apenas habrá crecimiento este año
En este contexto, Criteo se ha tomado este 2018 como un año de transición con miras a convertirse en una compañía multiproducto, para lo que tiene que realinear su organización de ventas. Con ello en mente, desde la compañía tecnológica esperan que su negocio presente una evolución al cierre del ejercicio de entre el -1% y el +1%.
De momento, en lo que llevamos de año -hasta septiembre-, sus ingresos han crecido un 0,5% respecto al mismo periodo del año anterior, al llegar a los 1.630 millones de dólares.
Estas cuentas están lastradas por el desempeño del tercer trimestre, en el que la facturación de Criteo ha descendido un 6%.
Eso sí, los beneficios de la empresa han aumentado un 21%, hasta alcanzar los 53 millones de euros durante los nueve primeros meses del año. Ello ha sido posible, principalmente, por el menor coste de adquisición de tráfico, que ha bajado un 2%.
