Los ingresos por publicidad digital de los diarios de EEUU superarán a los de las ediciones impresas en 2026
La transformación del negocio de la prensa estadounidense alcanzará su punto clave dentro de cuatro años. Según el informe Global Entertainment & Media Outlook 2022-2026 de PwC, el sector conseguirá en 2026 que la facturación digital comercial supere a la asociada al producto de papel, y en principio será el primer gran mercado en todo el mundo en completar ese hito.
Esa evolución se producirá en gran parte por la caída constante de la publicidad en versiones impresas. PwC apunta que esa partida caerá de los 7.000 millones de dólares del año pasado a 4.900 millones en 2026. Ese retroceso no será cubierto por la planificación digital, que solo se incrementará en 251 millones. Ambas tendencias se cruzarán en torno a los 5.000 millones dentro de cuatro años, ya con una ligera ventaja de la última, como parte de una transición que la pandemia ha ayudado a acelerar.
PwC prevé que ya este mismo año el sector ingrese más por circulación que por facturación comercial.
En ese futuro inmediato de pérdida neta de unos 2.400 millones de dólares en facturación publicitaria emerge la importancia de los ingresos por circulación, tanto digital como impresa. Según PwC, superarán a la planificación comercial este mismo año. Todo ello a pesar de un contexto a la baja en la difusión de esos medios, que anualmente perderán un 3,3% de circulación hasta 2026.
El informe achaca una parte relevante de este cambio al hecho de que la prensa local estadounidense se enfrenta a un problema crucial para su supervivencia: su repercusión decreciente en papel y la caída de la publicidad asociada de los empresas y comercios cercanos se agrava con la incapacidad de competir con las grandes plataformas en la planificación digital, tanto en costes como en segmentación.
Esa tendencia explica que en 2020 un estudio de UNC Hussman School of Journalism concluyera que la cuarta parte de los diarios de EEUU había desaparecido en los 15 años previos. Los desiertos informativos son cada vez más amplios y numerosos en ese país, lo que a su vez deja menos informados y comprometidos a los ciudadanos con su comunidad más cercana en un escenario de polarización política.
