OpenAI evalúa opciones para introducir publicidad en sus productos
A corto plazo, la publicidad no entra en los planes de OpenAI, pero su directora financiera, Sarah Friar, ha reconocido recientemente a Financial Times que internamente hay conversaciones sobre cómo introducirla en sus productos.
Muestra de ello es que en las últimas semanas ha estado contratando profesionales especializados de plataformas como Meta y Google, según fuentes cercanas y movimientos en LinkedIn.
Según señaló Friar al diario británico en torno a la posibilidad de insertar anuncios, la compañía está reflexionando «sobre dónde cuándo y cuando los implementamos».
Pero en todo caso apuntó igualmente que «si bien estamos abiertos a explorar otras fuentes de ingresos en el futuro, no tenemos planes activos para buscar publicidad«.
La startup considera que su modelo de negocio existente proporciona de momento oportunidades de crecimiento suficientemente significativas antes de dar el paso de la comercialización publicitaria, a la que la directiva ve algunos inconvenientes.
Entre ellos, su sensibilidad a los cambios en el ciclo económico general y su efecto sobre el producto al virar de usuarios a anunciantes el foco de satisfacción.
De momento, OpenAI genera el 75% de su facturación actual a partir de suscripciones de consumidores.
Ese dato procede de una entrevista concedida por Friar a Bloomberg en octubre, en la que además señaló que ChatGPT tenía alrededor de 250 millones de usuarios activos semanales, con un tránsito del modelo gratuito al de pago (20 dólares al mes) a un ritmo de entre el 5% y el 6%.
La startup de inteligencia artificial está contratando personal especializado en ese área en las últimas semanas.
Esa tracción sorprende internamente en la medida en que se presume que el negocio más prometedor es el asociado a los clientes corporativos.
En septiembre, ese tipo de altas superaron el millón, distribuidas entre la solución para pequeñas y medianas empresas (ChatGPT Team), la orientada a grandes compañías (ChatGPT Enterprise) y la dedicada a universidades (ChatGPT Edu).
Con esas vías de ingresos, sumadas a lo que obtiene por el acceso de terceros a su interfaz de programación de aplicaciones (API), lo previsto por la startup es alcanzar una facturación de 3.700 millones de dólares este año.
En esa proyección no figura la publicidad, ni tampoco en las que sitúan los ingresos en hasta 11.600 millones el año que viene y en 100.000 millones en 2029.
En todo caso el enorme coste de entrenamiento y puesta en servicio de los modelos de inteligencia artificial explica que OpenAI sopese la oportunidad de abrir la vía comercial, algo en lo que ya trabajan rivales como Google, Microsoft o Perplexity.