x

X admite en Reino Unido un desplome del 66% en ingresos por «seguridad de marca y/o moderación de contenidos»

| 19 ABRIL 2025 | ACTUALIZADO: 21 ABRIL 2025 8:36

Las últimas cuentas depositadas por X ante Companies House, el registro mercantil británico, muestran un declive significativo de facturación que la compañía vincula al impacto de la «seguridad de marca y/o moderación de contenidos» en su negocio publicitario.

Las cifras se corresponden con 2023 y reflejan ingresos de 69,1 millones de libras frente a los 205,3 millones de 2022.

Ese retroceso del 66% coincide con el primer año de Elon Musk como propietario de la red social, que en julio de ese mismo año pasó a denominarse X, y la controversia con los anunciantes por su defensa de niveles de supervisión de publicaciones menos estrictos.

Como consecuencia, los beneficios de la entonces Twitter UK Ltd cayeron de los 5,6 millones de libras de 2022 a 1,2 millones.

La compañía achaca la situación al desplome de los ingresos publicitarios asociado a «la reducción en el gasto de grandes anunciantes por las preocupaciones por seguridad de marca y/o moderación de contenidos».

Y ante esa reacción señala que continúa tomando medidas correctivas para crear herramientas que permitan incrementar su confianza en ambos frentes y «después educar a los anunciantes sobre esas iniciativas».

La filial británica de la antigua Twitter rebajó sus costes operativos de manera significativa en consonancia con la caída de facturación.

Además, indica que está diversificando la facturación comercial con la creación de flujos de ingresos publicitarios «en base a pequeños y medianos anunciantes y publicidad de conversión mediante el desarrollo de nuevas soluciones y una nueva estrategia de venta».

Ese es el proceso que explica el giro a la venta automatizada de la mano de socios como Google o Magnite en los últimos tiempos.

En esa documentación se aprecia igualmente el recorte drástico de empleo ejecutado por su propietario, con 114 trabajadores frente a los 399 del año previo. 173 de las 285 personas que dejaron la empresa estaban relacionadas con investigación y desarrollo, en línea con lo sucedido a nivel global. En ese ejercicio la plantilla de la antigua Twitter en todo el mundo pasó de alrededor de 8.000 personas a apenas 1.500.

Ese severo ajuste de nóminas se deja ver en el epígrafe de costes vinculados a las ventas, que pasaron de 196,6 millones de libras a 55,5 millones con una disminución de casi 73 millones solo en gastos laborales.

Eso dejó de hecho un beneficio bruto mayor que en 2022, de hasta 13,5 millones, pero a esa cifra soportó hasta 9,3 millones en devaluación de activos y 1,8 millones de cargas administrativas.