El Ayuntamiento de Madrid limita la colocación de lonas a edificios «en rehabilitación»

| 21 SEPTIEMBRE 2018 | ACTUALIZADO: 24 SEPTIEMBRE 2018 9:15

Coto a la publicidad exterior en Madrid. El Ayuntamiento de la capital ha aprobado una modificación de la ordenanza de publicidad exterior, que tras su publicación en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid regulará el impacto generado por las pantallas con tecnología led y las lonas gigantes.

Con carácter general, el cambio introducido por el gobierno municipal prohíbe abordar en la vía pública con publicidad (flyers), excepto cuando «se realice de forma controlada y dirigida a los participantes en el marco de una acción publicitaria», se especifica en la ordenanza.

La decisión más polémica tiene que ver con la regulación de las lonas publicitarias en inmuebles y pantallas luminosas de escaparates y fachadas, que podrán mantenerse hasta las diez de la noche.

El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible de Madrid, José Manuel Calvo, ha explicado que la modificación de la ordenanza plantea un equilibrio al garantizar un «adecuado orden y uso de espacio público». Se ha decidido entrar a regular el vacío legal que había en torno a los anuncios publicitario que modifican el paisaje público y que, en su opinión, generan problemas de contaminación lumínica.

En este sentido, la colocación de lonas tan sólo estará permitida en los edificios en los que se esté produciendo una obra. Además se exigirá que estas publicidades estén integradas en el entorno. «La lona no es un elemento que deba estar en el espacio público, salvo rehabilitación, sino los edificios deben verse», ha puntualizado Calvo.

Autorización singular a grandes pantallas

Por otro lado, la ordenanza introducirá una autorización singular para las pantallas de más de 30 metros cuadrados en fachadas. Concedida por la comisión local de patrimonio, se limitará a cada local la instalación de una pantalla por planta y fachada. Estas tendrán que contar con sensores crepusculares para modular su luminosidad y apagarse a las 22:00. Este horario podría reducirse en determinados casos.

A lo anterior cabe sumar que las instalaciones deberán ajustarse al reglamento de eficiencia energética y no podrán producir deslumbramiento ni utilizar sonidos. Un conjunto de medidas que, en palabras del gobierno de la ciudad, buscan «proteger el patrimonio histórico-artístico y su entorno», aunque se harán excepciones con anuncios icónicos.