
El negocio del streaming bajo suscripción rebaja un tercio su crecimiento en EEUU y encara un ciclo a la baja
Los espectaculares incrementos de ingresos de 2020 y 2021 para las plataformas de streaming audiovisual bajo pago en EEUU se verán sucedidos por una cifra más modesta este año. Al menos esa es la estimación de PwC en su informe Global Entertainment & Media Outlook 2022-2026, que la sitúa en un 13% frente al 19,5% y el 27% de los periodos previos. En números absolutos eso supone cerrar el año con una facturación total de 25.320 millones de dólares, cifra que crecería hasta los 33.590 millones en 2026 en base a un crecimiento promedio del 6,8%.
Esta cadencia a la baja se debe a que los consumidores son cada vez más selectivos con sus suscripciones de streaming, en la medida en que hay más competencia y las compañías van retocando al alza sus precios. Y además el contexto actual de inflación generalizada está haciendo que cada vez más personas recorten lo que gastan en esta clase de ocio, como ha indicado recientemente Kantar sobre Reino Unido.
PwC estima que el crecimiento del negocio se va a ralentizar hasta quedarse en un promedio del 6,8% en los próximos cinco años, lejos de los datos de la pandemia.
Esas circunstancias se unen a que, tal y como han venido apuntando otros estudios, PwC concluye que la pandemia adelantó un número indeterminado de altas futuras por los confinamientos asociados. Eso supuso que se llegaran antes los hitos de clientes e ingresos previstos por esas compañías para años posteriores, y la mejora posterior de las condiciones sanitarias ha supuesto un frenazo a esa evolución o incluso un retroceso.
Esto último es lo que sucede con de Netflix, que aumentó su base de usuarios de forma notable en los meses más duros de la crisis sanitaria y en el primer trimestre del año ha declarado la pérdida de 200.000 de ellos, con perspectiva de retroceder en dos millones en el siguiente. En ese contexto ha perdido en torno al 70% de su valor en bolsa desde abril y ya ha ejecutado dos rondas de despidos para ajustar costes que han supuesto la salida de casi 500 personas, mientras replantea su enfoque como producto.
En esos datos pesa cada vez más la saturación en el mercado estadounidense, en el que Netflix subió recientemente precios. PwC apunta en su informe que en 2021 fue el mayor entorno mundial para el segmento, con 29.000 millones de dólares generados entre streaming y ventas o alquileres a lo largo de 2021. El segundo lugar lo ocupó China con negocio total de 11.400 millones de dólares.