La paradoja Netflix: es el objetivo de la huelga de guionistas y actores pero la menos expuesta a sus efectos
La primera huelga concurrente de actores y guionistas en Hollywood en más de sesenta años tiene dos frentes clave en conflicto con los estudios: por un lado, el uso de la inteligencia artificial de cara a recrear rostros y voces o elaborar historias; y por el otro, los llamados residuals, ingresos que ambos colectivos perciben por el pase o comercialización de las películas que han realizado en distintos soportes.
En este último caso Netflix figura como la culpable de la degradación del modelo tradicional por la naturaleza de sus contratos cerrados que anticipan el pago de derechos y la opacidad en medición que ha traído con el streaming, en el que además no hay una métrica unificada sobre la que hacer eventuales cálculos como sí pasa con la televisión tradicional. Pero es precisamente esa compañía la que afronta en mejor posición un posible paro que se extienda durante meses en producción de películas y series en EEUU gracias a su capacidad de convertir en fenómenos globales contenidos realizados en otros países, algo que no sucede con sus rivales.
El ejemplo más reciente es El juego del calamar, una serie realizada en Corea del Sur, pero la tendencia viene de lejos con la francesa Lupin o la española La casa de papel. Esa es una ventaja competitiva para Netflix si la huelga se prolonga demasiado, en la medida en que otras plataformas tendrán en unos meses menos novedades que exhibir porque no han llegado a realizarse y eso puede redundar en trasvase de clientes.
Preguntado al respecto en la presentación de resultados del segundo trimestre, el consejero delegado Ted Sarandos reflejó además otro efecto positivo dentro de lo problemático del paro, que además beneficia a toda la industria: la cancelación de proyectos por fuerza mayor que venían comprometidos de antes y que en las actuales circunstancias económicas esas compañías no hubieran puesto en marcha. En el caso de Netflix, eso favorecerá la entrada en flujo de caja positivo, según el primer ejecutivo, ya que además el gigante del streaming ya estaba en proceso de reducir y optimizar su inversión en contenido.
La compañía señalada por actores y guionistas como la responsable de deteriorar su modelo tradicional de ingresos es a su vez la menos expuesta a los efectos de su paro.
Más allá de eso, algunos analistas consideran que esta huelga doble va a impulsar la medición independiente del consumo en plataformas en base a una métrica consensuada, ya que será necesario para calcular los residuals que se tendrán que repensar para este nuevo escenario. Eso es algo que ya se atisba desde la entrada en funcionamiento de versiones con publicidad en los principales servicios, que para dar confianza a agencias y posibles anunciantes están abriéndose a auditores externos para medir y para verificar la calidad de esas impresiones. Ese es el caso de Netflix en Reino Unido desde finales del año pasado, por ejemplo.
